Miguel Guerrero, némesis mediática de los leonelistas, resalta con asombro que en redes sociales muchos fanáticos del expresidente Fernández mayormente insultan sus críticos, ningunean a Gonzalo Castillo o atacan a danilistas, en vez de expresar bondades sobre su inveterado precandidato.

Pese a que Gonzalo no posee las gastadas destrezas comunicativas de Leonel, quien ya gobernó tres veces, ¿puede alguien dudar que Castillo está inconmensurablemente mejor calificado hoy para la jefatura del Estado que como estaba Leonel en 1996? ¿O que Gonzalo es hoy mucho más conocido nacionalmente de lo que era Leonel hace casi 24 años? Fernández posee atributos admirables.

Su historia personal de superación es apoteósica. Pero igualmente Gonzalo, quien antes de llegar a su primera función pública tuvo el éxito empresarial imprescindible para contrarrestar los efluvios estatistas y tufillo chavista, exacerbado recientemente, de la facción del goloso Leonel.

Fernández sepultó la reelección de Danilo Medina, pero en apenas días Gonzalo ha resultado un fenómeno que, como señaló Miguel Guerrero, desquicia al leonelismo en sus propias aguas, las redes sociales.