Trolls

Otra de las especies con la que nos encontraremos en las redes sociales es el llamado Troll, Wikipedia lo define básicamente como: vocablo de Internet que describe a una persona que sólo busca provocar intencionadamente a los usuarios o lectores, creando controversia, reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien generar flamewars (discusiones), enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí.
La palabra Troll viene de Trolling, que no es más que un tipo de pesca que conocemos muy bien, su traducción al español explica lo que se pretende hacer con el incauto que sigue la corriente: pesca al curricán.
El ejemplo práctico sería que mientras tuiteas, subes una foto o haces un comentario en Facebook u otra red social, alguien que generalmente no conoces, opina con intención polémica sobre lo que has posteado. De contestar a esa deliberada provocación ya estarás siendo troleado (pescado al curricán).
Es importante establecer la diferencia entre hater (ver mi columna de fecha 16 de mayo 2011) y troll, pues el primero generalmente hace alusiones personales y se empecina en un determinado sujeto. El troll por su parte, es más sutil y te arrastra a una confrontación que no necesariamente tiene que ver con tu persona, si bien al final, lo que trata es de satisfacer sus ansias de quemar tus neuronas en algo que a él generalmente le importa un bledo.
Ahora que estamos en campaña, nos vamos a encontrar con muchos trolls tanto en las redes sociales como en la vida real, la idea será tratar de que el objetivo, por ejemplo, el candidato de un partido, dé una opinión sobre algún tema controversial y por qué no incluso tergiversar su respuesta.
De hecho, los llamados interactivos, si bien generalmente se dedican a labores de alabarderos, en ocasiones reciben instrucciones para que intenten trolear, desvirtuando temas o provocando reacciones con sus intervenciones, tanto es así que este tipo de estrategia, en política ya posee su etiqueta, pues se le conoce como política de alcantarilla, nombre que de hecho me parece más que apropiado.
Existe una forma básica y precisa de evitar los trolls y es no contestar, hay una frase acuñada en la web que dice dont feed the troll en español sería no le des de comer al troll, eso corta de raíz la estrategia de arrastrarte a su terreno.
Recuerde: ignórelos, son tan poca cosa que son sólo trolls.