Tragedia griega

Según Wikipedia, el diccionario del internet, la tragedia griega es un género teatral originario de la Antigua Grecia.

El argumento de la tragedia es la caída de un personaje importante, y el motivo radica en el mito, es decir la épica.

Grecia, país helénico cuasi europeo, poseedor de las más antiguas tradiciones culturales y humanistas, fue admitido en la Unión Europea a raíz de los movimientos políticos sucedidos posteriores a la caída de la llamada cortina de hierro que impuso el estalinismo soviético. Al admitirse en la Unión, adoptó el euro, moneda única de esa región política, como la suya.

Las celebraciones griegas de su llegada y aceptación en la Unión Europea conllevaron muchos excesos, incluyendo hasta la celebración de unas Olimpiadas, que a su vez se han constituido en el evento deportivo más caro de esta época moderna.

Las Olimpiadas trajeron consigo una expansión desmedida del gasto público, tanto en obras de infraestructura, como en gasto social y dispendios administrativos.

Pero el creciente incremento del gasto sucedía a la par con un también creciente déficit fiscal, cuya sostenibilidad se ha puesto bajo cuestionamiento, con serias dudas sobre la posible quiebra del país y una pérdida de confianza con respecto a las posibilidades de recuperación en el corto plazo.

Los vecinos “europeos” se han resistido en salir al rescate de la economía griega, a sabiendas que las economías de Portugal, España e Irlanda, atraviesan por situaciones similares, aunque no tan acentuadas.

Esta creciente inestabilidad y resistencia de soluciones sobre la base de rescates financieros ha traído consigo una caída en el valor del euro.

Hay una lección profunda en la tragedia griega en cuanto a la sostenibilidad de un déficit fiscal prolongado sin un crecimiento económico capaz de romper el circulo viscoso que se forma. Observemos y aprendamos de la tragedia griega.