Tráfico y campaña

Tráfico y campaña

Tráfico y campaña

Con la llegada de los días finales de la campaña electoral a los candidatos presidenciales les convendría alejarse un poco del Gran Santo Domingo, porque desde que están expuestos por algún lado les sale el tema del tráfico de vehículos, la inviabilidad de las calles y avenidas del Distrito Nacional por cualquier parte y hora, incluidas las obras encaradas hace algún tiempo con el argumento de que serían “soluciones” frente a las dificultades que encontraban entonces conductores y peatones para desplazarse en la ciudad.

Los viaductos en los que han sido invertidos cientos de miles de millones de pesos hoy no sirven para gran cosa, y pudiera decirse que sin el elevado de Fello Suberví —porque lo inició desde la sindicatura del Distrito Nacional— sería poco menos que imposible cruzar la ciudad desde el puente Duarte hasta el Palacio de los Deportes. En el mejor de los casos estas estructuras rindieron un servicio en su primer año.

Sin salida
Cuando se les oye prometer soluciones parecen poco pensadas y en el mejor de los casos el candidato o entendido ser refugia en la salida más fácil: la masificación del transporte, como si fuera la primera vez. Desde los días de Onatrate (¿alguien recuerda este plan de transporte en la Capital?) han sido ideados decenas de programas, algunos de ellos con derivas en los tribunales, sin que hayamos adelantado un paso.



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