SANTO DOMINGO.-Existen trabas para el diagnóstico precoz del cáncer de linfoma, del cual cada año se detectan 440 alrededores de nuevos casos en el país.

Uno de esos obstáculos es la falta de educación y escasez de información sobre sus síntomas por parte de la ciudadanía y algunos médicos del primer nivel de atención, debido a la baja incidencia de la enfermedad, aseguró Ana Álvarez, gerente Médico de Hematología de Centro América y el Caribe de Roche, empresa farmacéutica a nivel mundial.

El hijo de la Nicauris Rivas, con el tumor crecido. fuente externa

Además, afirmó que sus síntomas se confunden con facilidad con los de un resfriado común u otras infecciones, dando oportunidad a la característica evolución agresiva de este padecimiento, que en el mundo registra 580 mil casos confirmados.

Los médicos de la primera línea de atención tienen un gran reto de estar alerta, pues a juicio de la doctora, este tipo de tumor tiene formas variadas y silenciosas de atacar.

Testimonio desgarrador
Justamente esto aconteció a el hijo de joven madre soltera Nicauri Rivas, de nueve años, ambos pacientes de la enfermedad.

De acuerdo a Rivas, cuando su niño fue diagnosticado con linfoma No Hodgkin, la biopsia determinó que el cáncer hizo metástasis hacia el estómago.

Previo a ese episodio, se trasladó varias veces a un hospital infantil, donde en consulta externa le informaron que la inflamación de los ganglios era producto de una tuberculosis.

Casi a punto de ser sometido a un tratamiento para esta patología, lo cual es casi mortal padeciendo de cáncer, otro médico atinó a confirmar el resultado con una radiografía del tórax, la cual descartó la tuberculosis de los pulmones. De nuevo la joven madre fue citada para someter a su hijo a una biopsia, pues el ganglio no paró de creceré y deteriorar la salud del niño.

Dos meses perdidos
En este proceso de diagnóstico transcurrieron alrededor de dos meses, afirma la madre, quien dijo que fue tiempo valioso perdido para tratar la enfermedad, pues según le explicaron los médicos, cada día que pasa sin tratarse el tumor de linfoma evoluciona rápido y agresivo.

La madre dice que si el cáncer no hubiese alcanzado al estómago, el tumor se hubiese tratado con quimioterapia por seis meses, pero como el diagnóstico se retrasó, cursa un tratamiento de quimo de dos años, en el cual el niño evoluciona muy bien.
Ana Álvarez afirmó que esto es muy frecuente, ya que la mayoría de los casos el diagnóstico cuando está muy avanzada.

A todo esto, el problema se agrava porque los síntomas de la enfermedad no son específicos.

Esto trae como consecuencia, señala Álvarez, que casi simpre se confunda con otra infección y lo médicos de primera línea retrasen el diagnostico, lo cual es determinante para el tratamiento efectivo. El diagnóstico precoz evita que el tumor aumente de tamaño.

Supervivencia

— Etapa temprana
En un diagnóstico temprano, la supervivencia es de 60%, debido a los avances en los tratamientos para combatirlo, en los que se añade la inmunoquimioterapia, consistente en inyección de anticuerpos monoclonales.