Santo Domingo.-Las elecciones de los atletas para ser exaltados al Salón de la Fama del deporte dominicano siempre generan controversias, debido a que en la mayoría de los casos son consideradas desacertadas.
En la clase que será exaltada el próximo 16 de octubre próximo se incluye a los estadounidenses Mickey Mahler y Ralph Garr (béisbol) y Eugene-El Tigre-Richardson (baloncesto).
¿Tienen los tres méritos para ser inmortales?
Por durabilidad, Mahler y Richardson son incuestionables, pero en el caso de Garr luce extremista inmortalizar a alguien con apenas cuatro temporadas de servicio.
Mahler debutó en 1977 con las Estrellas, aunque es más recordado por sus actuaciones con los Leones del Escogido, donde tuvo ocho campañas.
Mahler durante nueve temporadas en las que compiló marca de 40-17 y efectividad de 2.99, siendo el único lanzador importado con más de 25 victorias alcanzadas.
En su debut con las Estrellas en la temporada 1977-1978 fue líder de la liga en victorias (7), ponches (80) y juegos completos (4), aún así se ignora las razones por la que la gerencia de ese equipo no lo repitió.
Richardson fue el refuerzo más popular de la llamada época dorada del baloncesto capitalino, siendo una fuerza para que el equipo Mauricio Báez conquistara los campeonatos de 1984 y 1986.
Entre sus logros se destacan ser el único refuerzo con 3,000 o más puntos, 1,000 rebotes y haber otorgado 200 o más asistencias. Recibió el premio de Jugador Más Valioso en los torneos de 1981 y 1982.
Promedió 30.6 en 1981, y es uno deo cinco jugadores en la historia con un promedio de 30 puntos o más en un torneo.
Mientras que Garr, aunque azotó la Liga de Béisbol Dominicana desde 1969 hasta 1971 y luego regresó en 1980.
En sus cuatro años promedió para .412, con cinco jonrones y 71 remolcadas. Ganó tres títulos de bateo consecutivos. Es el único jugador con tres lideratos de hits en tres temporadas consecutivas.
Aún así por su corto periodo de participación es considerado insuficiente para ser inmortal.