Tiempos proféticos

Muchos dicen que los cristianos somos reiterativos cuando nos referimos a que los tiempos y los acontecimientos marcan la pauta en lo referente a lo dicho por Jesús en lo concerniente a lo que él llamó Tiempos del Fin.
Acontecimientos por venir con nombre y apellido que nos apercibirían en relación a los tiempos de su venida fueron expresados por el mismo Jesucristo en Mateo 24. El día ni la hora que detonará la transformación del ciclo natural de los hombres no nos fue dado, pues tal y como Jesús lo expresó, solo Dios lo sabe,
Hemos visto a través de la historia sucederse guerras y rumores de guerras, pestes y terremotos en diferentes lugares, Esta escrito en la misma, como desde que Jesús ascendió a los cielos hemos sido aborrecidos por muchas gentes por causa de ser parte del remanente que le cree a Dios y reconoce a Cristo como Salvador y redentor de las vidas y todo esto, tal y como lo dice la Biblia, ha sido principio de dolores.
Ahora bien hay dos connotaciones en esa profecía de parte del mismo Señor que dan indicios de que el tiempo apremia: La proliferación de los falsos profetas que dicen predicar a Cristo fundamentados en doctrinas extrañas y El incremento sin precedente y en todas las esferas de la maldad, trayendo como consecuencia que el amor y la confianza de los unos por los otros se enfríe y en muchos casos desaparezca.
Hay una profecía descrita por Jesús en ese mismo pasaje que da el punto final… Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin .Recuerdo como siendo una adolescente me preguntaba cómo sería posible esto?, es cierto que la Biblia había dejado de ser algo inalcanzable y por ende mas disponible , pero ¿Cómo se propagaría a estos niveles?
La viabilidad y rapidez con que las informaciones son propagadas dan respuesta a mi interrogante, en los lugares más recónditos y las culturas más cerradas está penetrando la doctrina de Jesucristo. Hoy somos testigos de cómo a través de las redes sociales, la televisión y la radio, entre otros, la Palabra llega al alma necesitada.
Estamos en el umbral de ese gran momento y sin embargo la actitud de los que nos decimos estar esperando ese gran Día dista mucho de lo que nuestro Señor espera de nosotros, nos hemos dejado influenciar por los afanes de este mundo y no estamos haciendo la labor genuina de evangelización a la que hemos sido llamados.
Cada minuto cuenta y los hechos también, no hay seguridad en ningún lado, ni en el hogar, ni el campo o las grandes ciudades, ni con el familiar o el extraño, el vacío existencial y la ausencia de amor están destruyendo la humanidad y aquí estamos pidiendo prosperidad a Dios y no sé cuántas otras cosas, circunscribiendo nuestro quehacer como discípulos a lo que perece.
Despertemos de este letargo espiritual, estamos bajo la era de la Gracia, seamos cristianos proactivos, difundiendo la Palabra de Dios tal y como está escrita, presentándoles a nuestro prójimo su Plan de amor.
No seamos solo espectadores de los tiempos, somos parte del Plan de Dios dentro de la evangelización, llenemos nuestras lámparas de aceite y salgamos a predicar el evangelio por amor a nuestros semejantes.
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