La actual temporada de Grandes Ligas debe incluirse entre las que más sorpresas han sucedido al mismo tiempo.
El despertar que muestran los Indios de Cleveland, con el dominicano Manny Acta, y los Piratas de Pittsburgh, con Clint Hurdle, es un claro ejemplo de esa realidad.
Ambas novenas le han sacado gran beneficio al cambio que muestra el béisbol en la actualidad, que se suscribe en tratar de extraer lo mejor del sistema de fincas.
Los Piratas, que en la temporada pasada compilaron el peor récord de las Grandes Ligas con 57 ganados y 105 perdidos, en la actualidad batallan por el primer lugar de la división central de la Liga Nacional, llegando a la actividad de ayer con marca de 49-44.
Es decir que están a ocho victorias de igualar la cantidad de triunfos del año pasado, cuando todavía les faltan 69 juegos.
Los Bucos están igualados con los Cardenales de San Luis, a medio juego de los favoritos, Cerveceros de Milwaukee (51-45). La mejoría de los Piratas se debe a su cuerpo monticular, que tiene efectividad colectiva de 3.43. Su bateo no ha mejorado mucho, ya que ocupan el lugar 12, igualados con los Marlins (.247).
Mientras que Acta intentó con Washington y no pudo, ahora en su segunda campaña en Cleveland (50-44) está batallando cabeza con cabeza por el control de la división central de la Americana con los reforzados Tigres de Detroit.
El despertar del equipo de Acta es grandioso,si se observa que en la temporada pasada llegó penúltimo con 69-93, a 34 juegos de distancia de Minnesota. Acta está a 19 triunfos para igualarse al año pasado y le restan 68 partidos.