Talibán ataca retenes; mueren 15 soldados de EEUU y Afganistán
KABUL, Agfanistán.-Centenares de combatientes islámicos que salieron repentinamente de una aldea y una mezquita atacaron el domingo un par de retenes militares en una zona remota cerca de la frontera con Pakistán, matando a ocho soldados estadounidenses y a siete soldados afganos, en uno de los ataques más violentos de la guerra iniciada hace ocho años.
El Talibán se atribuyó responsabilidad por el ataque, el más mortal que haya sufrido la fuerza de coalición desde un ataque similar en julio de 2008 que mató a nueve soldados estadounidenses en la misma región montañosa, conocida como un bastión de al-Qaida.
Estados Unidos ya ha dicho que planea retirar a sus soldados del área remota para que se enfoquen en los centros de población afganos.
El ataque comenzó al amanecer del sábado y duró varias horas, dijo Jamaludin Badar, gobernador de la provincia de Nuristán. Badar dijo que los dos puestos militares estaban en una colina uno en la cima y el otro al pie de la ladera flanqueados por la aldea a un lado y la mezquita al otro.
Casi 300 combatientes extremistas atacaron el reten al pie de la ladera y luego lo rodearon para llegar a la estación estadounidense en la cima desde ambas direcciones, dijo Mohamed Qasim Jangulbagh, director de la policía provincial.
Una declaración militar estadounidense dijo que los soldados estadounidenses y afganos repelieron el ataque de combatientes tribales y asestaron «al enemigo fuertes bajas».
«Este fue un ataque complejo en un área difícil», dijo el coronel Randy George, comandante del área, en la declaración. «Los soldados estadounidenses y afganos pelearon valientemente juntos».
Nuristán, fronteriza con Pakistán, fue donde un ataque de milicianos contra un puesto militar en julio de 2008 mató a nueve soldados estadounidenses y llevó a acusaciones de negligencia de sus comandantes.
La semana pasada, el general David Petraeus ordenó una nueva investigación de ese ataque, en el que unos 200 milicianos armados con ametralladoras, lanzagranadas y morteros ingresaron a la base.
Badar dijo que había solicitado más fuerzas de seguridad para Kamdesh, el distrito donde ocurrió el ataque del sábado y dijo que los combatientes del Talibán habían llegado a Nuristán y la vecina Kunar luego que las fuerzas armadas paquistaníes expulsasen a muchos extremistas islámicos del Valle del Suat este año.
Un portavoz del Talibán, Zabiulá Muyajid, atribuyó al grupo responsabilidad por el ataque y dijo que 35 policías afganos están en manos del Talibán, incluyendo el jefe del distrito y que el consejo decidiría su suertes. Badar dijo que no había policías desaparecidos.