Es un trastorno de la fase de excitación de la respuesta sexual humana que se caracteriza por una excitación física genital excesiva y espontánea que no tiene relación con el deseo de actividad sexual, es incontrolable y no deseada. También lo llaman síndrome de los genitales inquietos o disestesia genitopélvica.
Generalmente aparece en las mujeres pero puede aparecer en hombres e implica un aumento del riesgo en los órganos genitales que se traduce en aumento de las secreciones vaginales (lubricación), hormigueo y palpitaciones en esa zona que pueden durar horas y hasta días. Cualquier movimiento o estimulación puede desencadenar la situación (la vibración de un vehículo, el roce de alguna prenda íntima) convirtiéndose en gran incomodidad, disconfort y angustia para la persona.
Algunas personas con este síndrome, pueden tener largos períodos de normalidad y luego hacer brotes de los síntomas.
Quienes padecen esta condición pueden o no tener orgasmos, más, estos cuando suceden, alivian momentáneamente la situación, pero la angustia y vergüenza no desaparecen, pues el mantenerse siempre excitados, puede provocarles dolor, presión y molestia genital que produce gran ansiedad y desesperación.
La aparición de síndrome puede ser multicausal. Investigaciones científicas han arrojado que puede deberse a problemas del sistema Nervioso central, neuroquímicos como algunos antidepresivos y/o su suspensión podrían incidir en la aparición de los síntomas, factores psicológicos y medioambientales, entre otras.
Existe tratamiento medicamentoso y psicoterapia que ayudan a la persona con esta situación a manejarla y tener una buena y satisfactoria vida cotidiana y sexual.