Cada día hay un reporte oficial del Ministerio de Salud Pública sobre los fallecidos y los contagiados del coronavirus: 260 muertos y 5,300 pacientes confirmados, a parte de otros que están en cuidados intensivos.

La realidad de las últimas semanas indica que la ciudadanía no teme a padecer el Covid-19 o, tal vez, duda de las cifras de las autoridades y de la existencia de la pandemia. Esto viene al hecho de que todo parece que retorna a la normalidad al paso de las últimas horas.

Es más evidente la cantidad de personas en las vías públicas y en vehículos privados, mientras que se agregan también los “padres de familia” del transporte público. La gente “poco a poco” obliga al Gobierno a tener que desistir de la cuarentena a expensas de un contagio colectivo, lo que parece no importar a la ciudadanía, aunque existan cifras de fallecimientos.

Sin cerco total
La masiva presencia de ciudadanos en establecinientos y en entidades bancarias es la clara evidencia de que la gente no ha acatado las medidas de prevención que, con tanta insistencia, recalca el ministro de Salud, Rafael Cárdenas Sánchez, en sus boletines de cada mañana con los muertos, contagiados y recuperados.

Desde que el presidente Danilo Medina se declaró contrario de la cuarentena total o del toque de queda por 24 horas, hay un estímulo adicional en la población para abandonar sus hogares y comenzar a “deambular” cuando aún se mantienen las restricciones para las actividades productivas a toda capacidad.

Entonces, ¿hay que esperar que haya un contagio total del Covid-19 para que la gente entiende que hay un peligro real?