Santo Domingo.-La República Dominicana es la principal cuna de talento latinoamericano para el béisbol de Estados Unidos, pero a pesar de los esfuerzos de Grandes Ligas y de las autoridades los casos de falsificación de identidad y fraude son un dolor de cabeza que no se detiene.
El caso de Leo Núñez, un cerrador de los Marlins, volvió a abrir una herida que no para de sangrar.
Núñez resultó ser Juan Carlos Oviedo y dos años mayor de lo que se pensaba. El caso Leo Nuñez es un buen ejemplo porque él se pudo desarrollar, pero en muchos casos no se desarrollan y se quedan en el camino.
Los jugadores no son responsables cuando les hacen falsificar su identidad, dijo el ex lanzador Pedro Martínez a The Associated Press. En la actualidad, las autoridades dominicanas trabajan junto con la embajada de Estados Unidos para contrarrestar la ola de falsificaciones relacionadas con peloteros.
Otros casos
Núñez se suma a casos como el de Tony Peña, relevista de los Medias Blancas de Chicago, que firmó como profesional bajo el nombre de Adriano Rosario, con los Diamondbacks de Arizona. Esmailyn González, de Washington, resultó llamarse Carlos Álvarez Lugo y tener cuatro años más.
La semana pasada fue apresado Kleiber Miguel Bruno, investigador de Grandes Ligas acusado de falsificar los documentos de un prospecto.