Si no se ponen las pilas...

Si no se ponen las pilas…

Si no se ponen las pilas…

Hugo López Morrobel

El béisbol profesional, sin ninguna duda, es desde siempre el espectáculo de más tradición y seguimiento de los dominicanos, al punto de que no hay un solo ciudadano que no simpatice con uno de los seis equipos.

Esa popularidad y pasión que siente la población en general por la pelota profesional, no debe ser óbice para que los dueños de equipos se duerman en sus laureles, en la creencia de que todo dura para siempre.

En los últimos años todo indica, si el “ojímetro “ no falla, que se ha registrado una baja en la asistencia en todos los estadios.

Esa percepción toma mayor credibilidad porque desde hace años la Liga no informa, como era la costumbre, el número de aficionados que asiste a los estadios.

En los últimos torneos se viene produciendo un aumento exponencial en los precios de los productos comestibles que se comercializan, lo que aleja a miles de fanáticos.

El béisbol siempre se ha vendido, en todos los países que tienen ligas profesionales, como la actividad más adecuada para toda la familia.

Sin embargo, los precios se han desbordado y hoy una gran cantidad de dominicanos de clase media y media baja, que sin duda es el principal sostén de ese espectáculo, no asiste, producto de los constantes aumentos.

Llegará el momento en que los estadios estarán vacíos de aficionados, que se verán en la necesidad de verlos por televisión.

Las Grandes Ligas, que produce el espectáculo de mayor calidad, también observan este año con preocupación una baja sensible.

Si aquí no se ponen las pilas se seguirá registrando esa misma tendencia, porque ahora, a diferencia de años atrás, hay una diversidad de espectáculos, ya no solo béisbol.



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