Sexualidad en el adulto mayor

Autoestima es la percepción y valoración que se tiene de si mismo. Es como nos percibimos, que pensamos de nosotros, que sentimientos nos generan esos pensamientos, nuestros comportamientos.
La autoestima equilibrada es una parte vital en el adulto mayor (AM) y su sexualidad. Un indicador de salud y bienestar. La aparición de arrugas, canas, el cambio de la disposición de grasas y músculos corporales, trastornos de enfermedad o disminución de la salud por el desgaste propio de la edad, podrían provocar una sensación de pérdida y autovalor además de disminuir la autoconfianza.
Algunos AM entienden que ya no son atractivos para sus parejas habituales o para otras, sin embargo, cada etapa tiene su luz y sus sombras.
Trabajar en las luces más que en las sombras depende más de nosotros que de los demás, por tanto, es un reto día a día que enfrentamos para continuar con una vida estable con la menor posibilidad de vernos afectados grandemente en nuestra autoestima. Importante es tomar esta etapa con calma y sabiduría.
Pensarlo como un tiempo de autoconocimiento, autoaceptación, madurez espiritual y emocional, aprendizaje, experiencia, vivencias ordinarias o extraordinarias.
Algunas claves para mantener la autoestima en su lugar es tener siempre propósitos y cuando lo logramos celebrarlos en grande, invertir en continuar nuestro desarrollo a todos los niveles, vestirse bien y atractivo, mantener una vida social activa y gratificante, buscar nuevas actividades, aprender a poner límites saludables a familiares y a todos los que nos rodean, y tratar de mantener una vida sexual lo más activa posible.
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