Ser sacerdote salesiano

Ser sacerdote salesiano

Ser sacerdote salesiano

Altagracia Suriel

La Congregación Salesiana celebra cada verano los años de sacerdocio de los salesianos que optaron por la entrega a Cristo a través del servicio a los niños y jóvenes pobres y abandonados, siguiendo el carisma educativo de Don Bosco, desde la convicción “dame las almas y llévate lo demás” .

EL 1 de agosto, festejó sus 25 años de sacerdocio mi hermano el Padre Juan Suriel, quien ha dedicado su vida a la educación. Celebrar 25 años del ejercicio de una vocación de servicio y entrega total a una misión, es un gran logro a nivel espiritual y personal por los sacrificios y renuncias que implica la vida religiosa.

Seguir a Jesús, poniendo la mano en el arado sin mirar atrás como lo hace un sacerdote es el triunfo de la oración, la perseverancia, el compromiso y el vencer obstáculos y piedras que se encuentran en el camino por la gracia de Dios.

Por lo edificante que puede ser para comprender la vida de una persona consagrada, comparto una reflexión inspiradora de las satisfacciones de Juan Suriel, durante estos 25 años: la disponibilidad sacerdotal, el entendimiento con los hermanos de comunidad, el hacer las cosas bien, sacar espacios significativos para el silencio, la oración y la lectura, el apoyo de su familia y la vivencia de la salesianidad.

Reflexionando sobre su lema sacerdotal extraído de San Juan 15, 14-16: “A ustedes ya no los llamo siervos, sino amigos. Si son mis amigos, harán lo que yo les mando. No me eligieron ustedes, fui yo quien los elegí y les he destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca”, en la misa de su aniversario concluyó: “Gracias Jesús por elegirme, contra todas las expectativas humanas; fue simple ocurrencia y deseo tuyo. Permite que no te defraude, tú sabes que soy débil y lleno de defectos, pero confiando en ti, continuaré caminando, tratando de ser tus manos para sostener, sanar y abrazar al desconsolado, tus pies para caminar al lado del que ha perdido la ruta, tu rostro para irradiar la alegría que lleve la esperanza. ¡Gracias por elegirme, gracias por los que me ayudan en estos momentos a darte GRACIAS!



Noticias Relacionadas