N o es buena la idea de  que  los compañeros de proyectos se separen. Que aquel sueño que plasmaron juntos se termine por tal o cual razón.

Pero la realidad es que en las divisiones, en la mayoría de los casos  el público sale ganando.

Cada vez que los dueños de una  empresa deciden separarse y formar tienda  aparte el público, en este caso el de televisión, es el que sale beneficiado, porque con eso le dan un movimiento a la pantalla chica que hace que la oferta sea mayor.

Cuando la empresa Programarte decidió separarse, se armaron dos proyectos de televisión que hoy, a la cuenta de un año, están solidos y con una audiencia ganada. “Aquí se habla español” y “Más Roberto” son dos propuestas televisivas que salieron de esta separación y que hoy están posicionados en buenos niveles de aceptación.

Ahora pasa lo mismo con Bebeto y Michael Miguel, se separan y se arman dos proyectos visuales, lo que produce   más empleos para los técnicos y productores de televisión y un dinamismo en la pantalla chica que beneficia directamente al televidente.

Ya está en el aire el nuevo programa de Michael, con una escenografía deslumbrante y una variedad que le da un toque diferente. Ahora esperemos lo que en días Alberto Bernabé colocará  en el  aire. Aquí con todas estas ruptura solo hay un ganador y se llama el televidente.

También pasó cuando Milagros Germán dejó el programa del fenecido Freddy Beras Goico, que se fue y  salió con  Chévere Night y  ahora   hay una mejor opción para disfrutar la pantalla chica en las noches.

No apostamos a las separaciones, pero si se dan   lo mejor es que se monten en lo inmediato otras propuestas que ayudan mucho.

Este progreso se da solo en televisión, porque en la música la historia es otra cuando de separación de trata.