Se asoma en Venezuela la sombra del horror y el canto fúnebre de la guerra

Se asoma en Venezuela la sombra del horror y el canto fúnebre de la guerra

Se asoma en Venezuela la sombra del horror y el canto fúnebre de la guerra

*Por Francis Heredia

Decir que aparentemente, ahora si es definitiva la agresión militar de Estados Unidos hacia nuestros hermanos y hermanas venezolanos/as. De hecho, si ya no se está produciendo en estos momentos, es casi seguro que se produzca en el transcurso de los próximos días. Ojalá que no!

Estados Unidos reacciona así de esta manera, ante el fracaso del intento golpista del pasado lunes 30. A las 00:00 horas del pasado viernes día 3 de mayo, los Estados Unidos puso en vigencia la zona de exclusión aérea sobre territorio venezolano, esa es la fase previa para dejar una determinada zona lista para una operación aérea de combate.

Además ya tienen operativo en territorio venezolano un ejército de mercenarios a través de la contratista militar Blackwater, lo que representa la avanzadilla de lo que viene detrás, al estilo de lo que han hecho en Siria y Libia. Una forma muy novedosa de promover los valores democráticos y el progreso económico: te asfixio materialmente con sanciones económicas, te convierto en una ruina a base de bombas y ametralladoras, y luego me quedo con tus recursos.

Lo intrigante es, que yo no veo a los grandes medios de manipulación masiva decir absolutamente nada de este asunto. Es como si quisieran tender un manto de silencio y desinformación sobre la nueva masacre que se acerca, ahora en un país y un pueblo tan cercano y querido por muchos de

nosotros, y también por millones de gente en todo el mundo.

Venezuela es un pueblo de gente noble, Venezuela es un pueblo de gente noble, alegre, acogedora y solidaria, características que llevamos en nuestro ADN los latinoamericanos y caribeños.

Ese calor humano tan contagioso y acogedor que desprenden los/as venezolanos/as, lo he podido experimentar en carne propia las dos ocasiones que he podido estar en aquel formidable país, la primera vez en el año 1998, y la segunda ocasión en 2005.

El pueblo venezolano no le ha hecho daño a nadie, no ha agredido nunca a ningún otro país, al contrario, con Simón Bolívar a la cabeza lograron llevar a cabo el proceso de independencia de varios países suramericanos. Su gran pecado ha sido tener un proceso de revolución social pacífica, ciudadana, democrática e institucional, que ha producido en ellos/as un despertar de

consciencia patriótica y de disposición a defender su soberanía.

En ese sentido, la gran bendición de Venezuela es al mismo tiempo su gran maldición: sus grandes recursos naturales y energéticos. Un bocado demasiado apetecible como para que la avaricia de las grandes potencias occidentales lo deje pasar sin pena ni gloria, y no quieran hincarle el diente y devorarlo.

Esa es la auténtica razón de peso por la que el pueblo venezolano ha estado en la diana de esas potencias occidentales con los Estados Unidos a la cabeza, desde que Hugo Chávez llegó al poder hace ya 20 años. Algo intolerable! Porque a fin de cuentas América es para los «americanos».

Nada que ver con la democracia venezolana, ni con supuesta crisis humanitaria, sino que pongan interés en la situación de Somalia, de los Rohinyas en Birmania, de la Yémen que se desangra en medio de una guerra civil y el se desangra en medio de una guerra civil y el constante bombardeo de Arabia Saudita, situación provocada por las potencias occidentales al intentar hacer allí lo mismo que intentan hacer en Venezuela, o sin irse más lejos, que pongan interés en la situación de Haití.

En esos lugares y en esas poblaciones si es verdad que hay crisis humanitaria, democracia cero, y reina el imperio del caos, la destrucción, el hambre y la muerte. Ah, pero que ingenuo soy, olvidaba que no tienen petróleo, oro u otro recurso valioso.

El pueblo venezolano no se merece padecer los horrores de una agresión militar, ni las barbaridades de una guerra! Simple y  llanamente, no se lo merecen!

Porque los/as muertos/as, desaparecidos/ as, torturados/as, violadas, calcinados/as por

las bombas, ametrallados/as y mutilados/as

por las esquirlas de mortero, serán sus

niños/as, sus mujeres, sus ancianos/as, sus jóvenes, sus obreros y campesinos/as, profesionales e intelectuales, gente que en sentido general no tiene culpa de haber nacido en un territorio con miles de millones de barriles de petróleo, miles y miles de kilos de oro, y otros valiosos minerales en su subsuelo.

Nicolás Maduro no es precisamente el santo de mi devoción, mucha gente que me conoce lo sabe. Pero es de sentido común reconocer que la base social y política que se creó en Venezuela a través del proceso de la Revolución Bolivariana llegó para quedarse, y la causa que enarbolan, la cual es no sentirse sometidos por ningún poder extranjero, es la esencia del pensamiento del libertador

Simón Bolívar. Con esa causa me siento identificado, y simpatizo con ella.

Clamemos para que este nuevo episodio de horror que se avecina sobre Venezuela no se produzca! Aunque parezca la voz que clama en el desierto, si clamamos todos juntos/as tal vez se escuche nuestro clamor. Porque una agresión de la magnitud que se cierne sobre Venezuela, tendrá repercusión en toda la región, puede terminar desangrado a toda América Latina.

Sin embargo, cuidado! Tengo la sensación de que probablemente Estados Unidos y su coro de aliados, encuentren en Venezuela el Vietnam del siglo XXI.

Aquella célebre frase del libertador Simón Bolívar haciendo alusión a México, me permito extrapolarla a todos los pueblos latinoamericanos:

Oh Latinoamérica, que grande es tu desdicha

y tu desventura!

Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!

 

 

*Francis Heredia

Hermano caribeño y latinoamericanista.