SANTO DOMINGO.-. El Ministerio de Salud Pública aplica actualmente una encuesta rápida que abarcará a 900 mil personas en todo el territorio nacional con la finalidad de medir la real magnitud del virus chikungunya, y de esa manera establecer mecanismos de prevención, planificación y control más efectivos, reveló este domingo la responsable de la Dirección General de Epidemiología.
Entrevistada en el programa “Contacto Social”, que se difunde por la emisora La Nota, 95.7 F.M.; la doctora Raquel Pimentel dijo que la población dominicana tendrá que esperar varios meses para el control adecuado del referido problema de salud.
Sostuvo que aunque ya había establecido otras mediciones, desde el viernes aplican la encuesta rápida tomando el cuenta el avance de la chikungunya. Dijo que trabajaron exitosamente con personas que se movilizaron en las dos líneas del Metro de Santo Domingo, pero que también irán a hogares de las zonas en que el virus ha tenido una mayor incidencia.
“En el Ministerio de Salud Pública estábamos conscientes de que cuándo entrara el virus a la República Dominicana, la tarea de combatirlo sería fuerte en vista que llegaba a una población virgen que no había tenido contacto con el mismo”, expresó.
Precisó que lo importante radica que se haga conciencia de la situación y que se respalden las acciones de prevención y control que desarrolla en Ministerio de Salud Pública, junto a las sociedades médicas especializadas, organismos internacionales y otros sectores de la vida nacional.
Sobre el particular, agregó que el trabajo comunitario juega un papel de primer orden, y puso como ejemplo el rol de liderazgo que ejercen las juntas de vecinos y los clubes en los barrios del Distrito Nacional y las provincias más pobladas del país.
Pimentel citó entre las demarcaciones menos impactadas a La Vega, Monseñor Nouel, Sánchez Ramírez, Dajabón, Monte Cristy, Valverde y Santiago Rodríguez, entre otras; y mientras que las más afectadas son San Cristóbal, Peravia, Santo Domingo, Azua y el Distrito Nacional.
Reiteró el planteamiento de que el nivel de letalidad de la chikungunya es bajo, estableciéndose que alcanza el 0.3 por ciento.
