Simpatizantes del régimen dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela han esgrimido el chovinista argumento de “autodeterminación del pueblo” para criticar la reacción de presidentes democráticos de la región al intento de robo de las elecciones en ese país suramericano.
Olvidan a propósito que en el caso en cuestión lo que el pueblo de Venezuela ha determinado lo expresó en las urnas.
Lo que ha ocurrido en ese país ha sido mucho más que un fraude electoral. Se trata del desconocimiento del resultado de unas elecciones.
El parcializado presidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela tuvo el descaro de despacharse con una sola declaración proclamando a Nicolás Maduro ganador de esas elecciones sin mostrar ninguna de las actas de votación.
Los reclamos iniciales parecen muy simples y de lógica elemental: mostrar las actas.
La oposición ha logrado recavar más del 90 por ciento de las mismas y las ha colgado en el internet, las cuales muestran una apabullante victoria del candidato de la oposición.
Visto este caso, la determinación del pueblo de Venezuela está consignada en las urnas, por tanto, quienes están desconociendo la determinación del pueblo de venezuela son aquellos que intentan robarse las elecciones.
No es la primera vez que Nicolás Maduro se burla de un resultado electoral.
Su régimen es el que desconoce la determinación del pueblo de Venezuela, que debe ser respetada y defendida.
