Revolución de abril y pertinencia de las fuentes orales

Revolución de abril y pertinencia de las fuentes orales

Revolución de abril y pertinencia de las fuentes orales

El ambiente quedó marcado durante mucho tiempo por los asuntos del conflicto armado.

La historia oral busca conocer las percepciones subjetivas y experiencias de vida de particulares. Esas experiencias almacenadas en la memoria de protagonistas anónimos, mediante un ejercicio sistematizado permiten acercarnos a perspectivas de los procesos y acontecimientos no siempre desvelados mediante fuentes escritas.

Así, los datos aportados por los testimonios devienen en elemento importante para la construcción de un discurso histórico global. Compartimos breve muestra de testimonios sobre la vida cotidiana en la Zona Constitucionalista, aportados en el programa de investigación sobre Historia Oral que desarrolla el AGN sobre diversos tópicos de nuestra historia contemporánea.

Hasta con piedras tuvieron lugar los enfrentamientos

Scarlett Sánchez (Santo Domingo, 28 de junio 2012): Después, al otro día se empiezan a formar los comandos, ya no están en las azoteas, bajan. Pero en mi casa sí había una ametralladora 30, en la azotea de la tercera.

Entonces teníamos que salir de la casa por el riesgo de que nos bombardearan. Yo bajo con mis hermanos pequeños, como que íbamos a ir a unas casas más delante de la calle Cambronal, alejándonos del Malecón o de la casa.

Y se armó un tiroteo en la calle José Gabriel García, muchos tiros, y yo cruzando con mis hermanitos pequeños, y empezamos a dar gritos, a correr, a tocar todas las puertas de las casas para que nos abrieran.

Y la señora, creo que era Altagracia Guerra, nos abre la puerta y nos alberga, ella tenía dos hijos varones, uno de ellos con síndrome de Down. Entonces uno siente la solidaridad que había.

Otro testimonio
Apolinar Restituyo (Santo Domingo 6 de junio 2005): Nos tocó defender… una de las calles paralelas a la Benito González, nos tocó colocar ahí la ametralladora 30 y una Cristóbal que teníamos; frente a nosotros, quiero decir en la manzana que nos quedaba en el frente, estaba Rafael Evangelista Alejo, y estaba Ignacio Pérez, que eran dos compañeros míos de la universidad. Quien estaba originalmente al frente de la ametralladora 30 era un muchacho, le decían Guancho, un jovencito que parecía de origen árabe, del cual no he sabido nunca más.

Un adolescente forrado de cartuchos para una ametralladora.

Los haitianos
Dentro del comando nuestro había un subcomando de haitianos, ya dije que entre ellos estaban varios amigos míos, uno de los cuales se llamaba Leonel Viau, era un mulato blanco. Yo los había conocido cerca de la Confederación de Obreros Cristianos, que quedaba en la calle Juan Pablo Pina.

Venecia Joaquín (Santo Domingo, 11 de abril 2004): Autoestima baja: yo no vi eso, porque el comando donde yo estaba lo dirigía el comandante Holguín, que era un hombre muy recto, un hombre con mucho orden; yo no sé dónde está, si está vivo, si está muerto.

Era un hombre muy disciplinado, allí había mucho orden, mucha disciplina. Yo, como en otro sitio no iba a estar, sino (en) la clínica. Estuve en el Padre Billini, se trabajaba bien, y desde la clínica San Luis me mandaban a San Carlos.

Contra los ladrones
Desiderio Ruiz Batista (Santo Domingo, 10 de diciembre 2005): Dice el cocinero: Comandante no hay aceite para cocinar, son las 8 de la mañana ya. Digo: Dile a un mayor que está ahí de retén.

Entonces cuando le pido que me manden a buscar el aceite, fui donde un chino y le dije: Chino, nosotros no tenemos aceite en el comando, dame por ahí un poco de aceite. Dice uno de los trabajadores: busca una botella para echártela.

Los cascos blancos se atrincheran en la calle Las Damas para impedir el avance de los constitucionalistas. agn

Dice el chino: No botella, no da botella, tú le das aceite en botella, mañana vuelve y viene a pedir y es hasta el final de la guerra, dale una lata.

Nosotros creíamos que era de la trinchera de los brasileños que estaban infiltrando por ahí para hacernos un asalto al comando.

Mi hermano yo tengo que decirle que era un tipo de por ahí, de los lados de Neyba, no lo conozco, y tenía un abanico y como una plancha eléctrica, eso fue lo que yo vi al lado del cadáver de él, yo dije: si mi fusil disparó y lo mató, yo no fui quien lo mató, fue él que se mató, porque tenemos una orden dada por Caamaño, “maten hasta su propio padre que hallen robando”.

Estos y otros testimonios pueden ser consultados en el portal Web del AGN, www.agn.gob.do a través del servicio de Fuentes Orales que pone a disposición del público miles de grabaciones que recogen y salvaguardan la memoria del pueblo dominicano de numerosos proyectos del ámbito político, social, económico, deportivo, cultural y religioso a través de los testimonios orales de sus protagonistas y personas relacionadas.

Intervención militar

— La invasión
Los primeros desembarcos de militares estadounidenses, ocurridos el día 28 de abril de 1965, la imprimieron un giro patriótico a una confrontación en facciones nacionales.

*Por AQUILES CASTRO, Investigador, historiador y antropólogo



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