
SANTO DOMINGO.-El mundo entró en la pandemia del COVID a mediados de marzo y la República Dominicana inició un cierre total de su espacio aéreo y un coma inducido de la economía, al declarar un estado de emergencia, una paralización de las actividades productivas y servicios no esenciales y un largo toque de queda diario para evitar un trastorno irrecuperable del sistema sanitario.
Estas acciones preventivas de mayores daños en la salud de la población, han generado desequilibrios extraordinarios en el sector externo de la economía, una caída brusca del PIB y del empleo, y un desbalance inesperado en el déficit público, por la caída de los ingresos y la necesidad de expansión del gasto en salud y en la creación de líneas de vida.
La pandemia afecta de modo sensible a las economías que tienen un fuerte componente de turismo en su estructura productiva.
