Restricción monetaria y su impacto en el 2022

Restricción monetaria y su impacto en el 2022

Restricción monetaria y su impacto en el 2022

Luis Santos Burgos

*Por Luis Santos Burgos 

La política de restricción monetaria, aunque con niveles de retardo, logro influenciar activando  una tendencia creciente hacia el alza de los costos financieros de la banca por concepto de captación de ahorro proveniente del público, específicamente durante el segundo semestre de 2022. Los tipos interés pasivos por captación de ahorro se movieron con mayor intensidad hacia instrumentos de inversión y depósitos a plazo de mayor rendimiento, motivado por la reducción de la liquidez que induce el aumento de la tasa de emisión de deuda del banco central y el propio efecto severo de la inflación.

La expansión monetaria desplegada por las autoridades durante el 2021, los tipos de interés por captación de ahorro tendieron a la baja con relación a los años 2019 y 2020, sin embargo, la reversa hacia la contracción de los instrumentos monetarios hace que al cierre de 2022, el costo financiero por ese concepto se incrementara considerablemente.

En la banca múltiple se apreciar lo siguiente: a) la tasa promedio ponderada para depósitos se situó en 6.60%, superior 4.47 pp.; b) la preferencial 9.68%, un aumento de 2.02pp; y c) la interbancaria 8.18%, para un incremento de 3.94%. En efecto, sumando las tres tasas, conforme sus diferentes modalidades, se estima que el costo financiero promedio durante 2022 se elevó a 19.0%, superior 10.0 pp., con relación al año 2021.

En un escenario inflacionario al margen de la política de restricción monetaria, los agentes económicos procuran mover sus recursos hacia otros activos que permitan protegerse de la inflación, de esa manera, en ausencia de tipos de interés competitivos, los tenedores de liquidez  no tendrían motivación alguna desmovilizando sus ahorros desde la banca hacia otras actividades que permitan mantener el stock real de riqueza o el valor de los activos frente a los efectos severo  de la inflación.

Sin embargo, tal reacción frente a la inflación tiene un efecto perverso en la generalidad de la economía, puesto que constriñe o reduce la demanda agregada y como tal, la creación de valor y  riqueza real. Ante, aumento del costo financiero por captación de ahorro, los intermediarios financieros a fines de mantener calces de ingresos y gastos, aceptables o favorables incrementan los tipos de interés activos complementadas con otras operaciones de tesorería, contingencias y otras exigencias regulatorias.

En efecto, la banca múltiple durante el 2022, incrementó la tasa de interés activa, contrario a la tendencia observada en el 2021, en razón de que la tasa activa promedio ponderada paso de 9.2% a 11.8% y la preferencial de 7.0 a 9.2%, arrojando un promedio de 10.8%, superior en 4% con relación al año 2021.  No obstante, la cartera de la banca múltiple a nivel consolidado, mostrar un crecimiento de 16.84% en el 2022, se produjo una baja participación considerable de los sectores estratégicos como el comercio que se mantuvo estanco, caída drástica de la manufactura, construcción, adquisición de viviendas y servicios inmobiliarios.

Dicha baja fue compensada por un crecimiento desmesurado en los préstamos de consumo con participación 36% dentro de la cartera total que ha de suponer mayor riesgo y por tanto, mayor nivel de requerimiento de provisiones y de capital,  incluyendo otras contingencias conforme la Ley No. 183-02 Monetaria y Financiera 183-02, su Reglamento de Evaluación de Activos y Basilea II, “Suficiencia de Capital”.

Tal crecimiento esta altamente vinculado con la caída del producto real hasta 4.9% y el ensanchamiento del déficit comercial, motivado además, por la apreciación de un tipo de cambio apoyado con  endeudamiento externo creciente, materia prima fundamental de las reservas internacionales netas del banco central y de las importaciones durante 2021 y 2022.

De manera tal, que considerando la fase de expansión y contracción monetaria, la tendencia alcista de los tipos de interés, tanto para préstamos como depósitos, fue mucho más favorable para los inversores o tenedores de ahorro que para los intermediarios financieros y que se evidencia, en el hecho de que en 2022 el gat o margen de intermediación durante 2022 fue de 5.6%, inferior en 1.5% al registrado en el 2021.

Además, estimando los promedios de tasas conforme sus diferentes modalidades, es decir,  promedio ponderada, preferencial e interbancaria, tanto para depósitos como para préstamos, se concluye que, a pesar de los aumentos abruptos en el tipo de interés activo la tendencia fue mucho mayor por el lado del tipo de interés pasivo, por cuanto, contrario a la fase de expansión monetaria de 2021, los tenedores de ahorros tuvieron mayor beneficio o bienestar que los demandantes o tomadores de préstamos.

 

*El autor es economista, maestrías y altos estudios en negocios y política económica de la globalización 



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