
El Valiente, La Caleta.-Si se analiza el modo de vida de la comunidad El Valiente sería fácil descubrir que sus habitantes hacen honor a su nombre, por los “malabares” que realizan para ganarse la vida.
La zona franca, ventas ambulantes, cafeterías, construcción, motoconcho y el arte de “hacer lo que aparezca”, son las actividades más comunes desarrolladas por los lugareños.
Y es que en ese sector del distrito municipal de La Caleta no hay suficientes fuentes de empleos para sus habitantes.
De hecho, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) precisa que de 19,898 personas en condiciones de trabajar, apenas 7,577 están ocupadas.
Los demás “se la buscan” en quehaceres domésticos, alquileres y jubilaciones.
Pero lo más preocupante es que hay 1,292 personas, probablemente jefes de familias, que aún no encuentran cómo producir dinero, y otras 822 ya perdieron la esperanza de encontrar qué hacer.
“Aquí los días buenos son escasos”, manifestó José Hernández, un hombre de 47 años que lleva dos trabajando de motoconcho.
Hernández hace turnos para transportar pasajeros en la parada de motores Asomoka, ubicada en la entrada de la calle principal de la comunidad cercana al peaje de Las Américas.
Pero esa actividad no le reporta muchos ingresos. El padre de dos niños pequeños relata que empieza a trabajar desde la 6:00 de la mañana y se retira a su casa cerca de las 6:00 de la tarde, a veces con apenas 100 pesos en sus bolsillos.
“Uno ve 1,000 pesos cuando se consigue un viaje largo, para la playa, el aeropuerto o ir y venir dos y tres veces de la zona franca, si no no hay vida”, expresó Hernández.
