La necesidad del rescate de los ríos Haina, Isabela y Ozama, que junto con la costa del Caribe encuadran al Gran Santo Domingo, es un tema recurrente.

Vi con alegría que el Gobierno adquirió una enorme máquina flotante recogedora de basura para operarla en el Ozama.

El Ayuntamiento ha realizado esfuerzos de saneamiento de cañadas y canales que van a los ríos. Pero esos ríos solo se salvan modificando la vida de los malvivientes en sus riberas.

Ellos y muchos otros, incluidas algunas industrias, consideran esos ríos como cloacas. Urge reeducar a los pobres de barrios ribereños, pero además a todos los munícipes, empresas y autoridades. Un trecho del Ozama donde cae el Isabela lo llaman “la pupú”, los pescadores ya no van allí porque hay siempre una aceitosa capa marrón de detritus con basura burbujeante, un horror irrespirable…

Es excelente noticia que el Gobierno y el Ayuntamiento se ocupen ¡por fin! de nuestros desastrados ríos. El Támesis londinense, los East River y Hudson neoyorquinos fueron rescatados, ¡sigamos ese ejemplo!