Santo Domingo.- Las delegaciones presentes en el encuentro anual de la Red Jesuita con Migrantes (RJM) hacen un llamado a los Estados de la región del Caribe y América Latina en general a prestar atención especial a los migrantes y refugiados del área que se enfrentan a constantes violaciones de los derechos humanos.
En su reunión anual celebrada en Puerto Príncipe, los días 21 y 22 de agosto, la Red Jesuita con Migrantes realizó un análisis de la situación migratoria en torno al tema: “Flujo migratorio de la subregión Caribe”.
La Red enfatizó que continúan los flujos migratorios de Haití hacia otros países de la región, a pesar de que existen medidas restrictivas.
«Cada vez más países están cerrando sus puertas a la migración haitiana. El caso de Chile, y actualmente Argentina, que requiere una visa, es un ejemplo de estas restricciones», señalan.
El Padre Jean Robert Déry, SJ, Director Nacional del Servicio Jesuita con Migrantes-Solidarite-Fwontalye-Haïti, (SJM/SFw-Haïti), afirmó que es motivo de gran preocupación las «deportaciones de inmigrantes haitianos y de dominicanos de ascendencia haitiana desde la República Dominicana hacia Haití, que viven en condiciones de vulnerabilidad debido a su estatus, a los cuales hay que protegerles el derecho a la vida e integridad personal».
En tanto, el coordinador de la Red Jesuita con Migrantes, subregión Caribe, Benigno Toribio, señaló que la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI-2017) realizada en la República Dominicana, reveló que la población migrante haitiana y sus descendientes son víctimas de discriminación.
«La falta de acceso a la educación, la seguridad social y la vivienda digna, refleja en parte esta discriminación. Por otra lado, el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) creado por las autoridades dominicanas, no ha dado la respuesta esperada a la precaria situación de los migrantes. Los permisos de residencia otorgados a individuos son por períodos cortos; como resultado, siempre hay inestabilidad, preocupación y riesgo de continuas deportaciones”, expresó Toribio.
Agregó que la crisis sociopolítica y económica que prevalece en Venezuela está desplazando a miles de personas a países de latinoamérica, e incluso a países europeos. «Estos migrantes enfrentan enormes dificultades de integración. La RJM ha observado con gran preocupación los casos donde se manifiesta la xenofobia».
“Las medidas propuestas por algunos Estados para aliviar el sufrimiento de los venezolanos no siempre está a la altura de la crisis. Por ejemplo, la República Dominicana exige que los migrantes venezolanos regresen a su país para que tengan la oportunidad de regularizar su estado migratorio. Esto es muy complicado y difícil porque la gente no tiene los medios financieros para cumplir con dichos requisitos», afirmó Toribio.