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In memoriam a doña Conina Mainardi, en su nombre a todas y todos, tan dignos
La dictadura de Trujillo, igual que Pinochet en Chile o Videla en Argentina y otros tantos, no se conformó con fusilar opositores apresados, sino que extraviaron sus restos en un vano esfuerzo por escamotear la memoria. Así pasó con los restos mortales de los integrantes de la expedición guerrillera de junio de 1959, tras ser apresados, heridos, torturados o caídos en combate.
Durante décadas, los familiares junto a las generaciones de dominicanos de bien reclamaron infructuosamente su derecho a conocer el lugar donde recuperar los restos de sus deudos.
