Laura Vignatti reveló el tormento que sufrió a manos de su expareja. La actriz argentina radicada en México, compartió en una conferencia de prensa su experiencia de violencia doméstica. Aunque no reveló el nombre de su agresor, expuso detalles de su calvario.
La actriz, conocida por su participación en telenovelas como «Mi secreto», «Mi marido tiene familia» y «Lo imperdonable», reconoció que desde el inicio de la relación detectó señales preocupantes, pero optó por ignorarlas.
En un tono conmovedor, describió cómo fue estrangulada, sufrió fracturas nasales y vivió otras formas de agresión. Tras estos episodios traumáticos, su agresor supuestamente intentaba justificarse y curar sus heridas, incluso manteniendo su casa llena de medicamentos para tal fin»Me estranguló, me fracturó la nariz, muchas otras cosas», dijo sobre la agresión. «Estuve una semana en cama sin poder moverme, después de esto me pide perdón, me cura, porque aparte tenía la casa llena de medicamentos. Me cura, intenta hacerme ver que era por mi bien», contó.
La violencia alcanzó tal nivel que Vignatti se vio obligada a abandonar abruptamente su trabajo en la telenovela «Mi secreto» en 2023.
La intérprete relató cómo, en una ocasión, los golpes fueron tan severos que no pudo asistir al trabajo y su agresor incluso Vignatti expresó sentirse constantemente vigilada y temerosa de buscar ayuda. Reveló que se sintió como si estuviera secuestrada hasta que finalmente logró escapar. Entre lágrimas, describió cómo esta experiencia la había despojado de su identidad.
Actualmente, la actriz está en medio de un proceso legal contra su expareja, contando con el respaldo de una abogada.
En sus redes sociales, compartió un mensaje emotivo donde explicaba que su lucha no solo era por ella misma, sino también por todas aquellas personas que no pueden alzar su voz. Con valentía, instó a no silenciarse y a seguir levantando la voz contra la violencia.
«Créanme que todo lo que estoy haciendo significa michas cosas, no solo eso por mí. Sé lo difícil que es enfrentar y hablar y todo lo que sucede durante y después…por eso mismo lo hago», escribió. “Por las que no pudieron hacerlo. Me armo de valor y de la fuerza más grande que puede existir para hablar, porque somos todas. No paremos de levantar la voz. Nadie tiene por qué callarte. Estamos todos en esto».