La intoxicación alimentaria es un síndrome que resulta de la ingestión de alimentos contaminados con micro-organismos, toxinas microbianas o sustancias químicas, cuya sintomatología comienza dentro de las 72 horas siguientes a la ingestión y cuyas características clínicas incluyen una variedad de síntomas gastrointestinales.
Yanniris Vargas, nutrióloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que tres de las bacterias de intoxicación alimentaria más comunes son campylobacter, salmonella y listeria monocytogenes.
La especialista dice que los riesgos por la ingesta de alimentos durante las fiestas navideñas, son los mismos que pueden sufrir el resto del año, pero según el tipo de producto ya sea marisco, pescado o carne y su forma de elaboración, hace que aumente el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
Se puede disminuir el riesgo de intoxicación siguiendo algunos consejos útiles de higiene, almacén, cocción y elección adecuada de los alimentos.
Cocción
Vargas indica que la temperatura óptima para la multiplicación de la mayoría de las bacterias se sitúa entre los 5 y los 63 °C, a temperaturas superiores a los 70 °C la mayoría de las bacterias mueren y por debajo de los 5 °C las bacterias sólo pueden multiplicarse lentamente o no hacerlo.
“Los diferentes métodos de cocción, si se realizan correctamente, calientan los alimentos a más de 70 °C, por lo que aplicar dicha temperatura durante un período de tiempo cuidadosamente calculado (junto con los procedimientos correctos de preparación y almacenamiento de los alimentos) evitará muchas enfermedades de origen alimentario que, de otro modo, se manifestarían si se consumieran los alimentos crudos”, plantea la galena. Al recalentar comidas, se deben cubrir y recalentarlas completamente. No interrumpir la cocción de la carne o aves de corral para terminarla después.
Higiene de los alimentos
Lavarse las manos y limpiar las superficies de trabajo, antes de manipular los alimentos o de tocar los que son precocinados.
Lavar las frutas y verduras con agua que corra, no almacenada. El lavado reduce las bacterias que pueden estar presentes en los productos frescos, es la mejor manera de reducir los riesgos de enfermedades transmitidas por estos alimentos.
Usar tablas de cortar distintas para los alimentos crudos y los alimentos precocinados. Los microbios pueden sobrevivir en muchos lugares alrededor de la cocina, incluidos los utensilios, las tablas de cortar y las manos. No dejar que los jugos de la carne cruda entren en contacto con otros alimentos.
Los animales domésticos deben estar lejos de la cocina y de la comida. Algunos hábitos de las personas pueden ser muy perjudiciales para la higiene de los alimentos y deben ser evitados.
Estos son: Comerse las uñas, mascar chicles, probar alimentos con los dedos, rascarse, introducir los dedos en la nariz, toser o estornudar tapándose la boca con las manos, probar los alimentos con la cuchara y volver a introducirla en ellos.
Elección de los alimentos
La nutriólogo sugiere no tomar leche sin pasteurizar, que no es más que elevar la temperatura de un alimento hasta ebullición y enfriarlo rápidamente para destruir los microorganismos, además, de huevos crudos o carne poco cocida, es frecuente encontrar la listeria monocytogenes en este tipo de alimentos.
Además, elegir carnes y pescados frescos, tener especial cuidado con los productos enlatados, evita aquellas latas que tengan golpes, estén abombadas o presenten zonas oxidadas, desechando por completo aquellas latas que al abrirlas desprendan gas.
Añade, adquirir todas las carnes y mariscos de proveedores de confianza y que sean frescos. No ingerir carne cruda. Los alimentos crudos, como la carne, el pescado y los huevos, pueden albergar bacterias que, si se consumen, pueden causar enfermedades.
La Navidad es sinónimo de celebraciones frecuentes y multitudinarias, donde generalmente consumimos alimentos que presentan más riesgo de contaminación, lo que suele provocar el aumento de las intoxicaciones alimentarias y sus temidos síntomas.
Sugerencia
Si ha adquirido una intoxicación se recomienda ingerir líquidos suficientes para evitar la deshidratación, consumir una dieta astringente que no es más que aquella que tiene como objetivo paliar los efectos de la diarrea mediante la ingesta de alimentos que producen sequedad, estreñimiento y constricción.
Se caracteriza por evitar el consumo de fibra alimentaria, evitar el consumo de lactosa, reducir la ingesta de grasas, eliminar los alimentos que estimulan movimientos intestinales como: productos integrales, vegetales crudos, frutas altas en fibras, granos de habichuelas y demás legumbres.
Forma de cocción
— Sabios consejos
La especialista destaca que cuando haya pasado por un proceso de intoxicación, es importante el preparar los alimentos a la plancha, horno o hervidos y también fraccionar las comidas en 5 a 6 comidas al día.
Recomendación
Si está pasando por una intoxicación alimentaria debe consumir alimentos astringentes como pan blanco, arroz; frutas como manzana, melón, sandía, uvas, guineo maduro; vegetales como zanahoria, tayota; víveres y cárnicos sin grasa, leche sin lactosa, ayudaría a disminuir los síntomas y a medida que te recupera ir progresando su alimentación a la habitual. Recuerde que lo mejor es prevenir.