Receta: El guineo o plátano maduro como le suelen llamar es una fruta muy popular que a diario encontramos entre la alimentación de muchas personas.

También es una de las frutas más beneficiosas para nuestra flora intestinal, pues según un estudio publicado en la revista Anaerobe, el plátano es una fruta que contiene diferentes sustancias con efecto prebiótico.

Pero eso no es todo, el plátano tiene altas cantidades de potasio y nos proporciona vitamina A, diferentes vitaminas del complejo B, magnesio y carotenos, por lo que es beneficioso para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular.

Por tanto, esta fruta es un snack sano perfecto para comer a media mañana o a media tarde. Sin embargo, es una fruta que se pone madura de manera rápida, y, su aspecto maduro, no resulta muy agradable, especialmente en niños.

Aún así, el plátano maduro también tiene muchos beneficios, ya que contiene muchos azúcares, por lo que puede añadirse en postres y diferentes recetas dulces para darle un muy buen sabor.

En definitiva, una buena manera de consumir los plátanos que han madurado y evitar desperdiciarlos, es seguir las siguientes recetas, que, además, resultan muy deliciosas.

Muffins de plátano y avena

Para elaborar los muffins fitness de plátano y avena necesitamos 400 gramos de avena, dos plátanos maduros, dos huevos, 250 ml de yogur natural, 15 ml de miel de abeja, 6 gramos de polvo para hornear, 2 gramos de bicarbonato, 5 ml de extracto de vainilla y una pizca de sal.

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En primer lugar, hay que precalentar el horno a 200ºC y engrasar el molde que contendrá los muffins. En una licuadora, colocamos la avena y la procesamos hasta obtener una harina tersa y fina. Después la pasamos a un tazón mediano y reservamos. Posteriormente, en el mismo vaso de la licuadora, se colocan todos los demás ingredientes y se procesa hasta obtener una mezcla sin grumos, que se vacía en la avena.

Finalmente, se mezcla e integra todo bien y, con una cuchara, se rellenan los moldes de los muffins hasta ¾ del total. Entonces, se llevan al horno y se cocinan durante 15 minutos. Podemos probar la técnica del palillo, hay que clavarlo en el muffin y, si sale limpio, es que está listo.

Los muffins fitness de plátano y avena son perfectos para desayunar, aunque también se pueden comer en la merienda. Se pueden disfrutar junto con alguna fruta fresca o con un yogur.

Cookies de avena, plátano y frutos secos

Para preparar las cookies necesitaremos 100 gramos de avena, 2 plátanos medianos y 30 gramos de algún fruto seco, como nueces y almendras. De manera opcional, podemos añadir a la mezcla canela o pepitas de chocolate negro 70%.

Para comenzar a elaborarlas, simplemente colocamos el plátano en un recipiente y lo aplastamos. Una vez aplastamos, lo mezclamos con la avena y, cuando la mezcla es consistente, se añaden los demás ingredientes.

Precalentamos el horno a 200ºC y, mientras, en una placa de horno colocamos las cookies y les damos forma con una cuchara. Finalmente, horneamos durante 15 o 20 minutos y a disfrutar.

Batido de plátano y fresas con semillas de lino

Para preparar este batido necesitamos dos cucharadas de semillas de lino, 250 gramos de fresa, un plátano maduro y 400 ml de leche de almendras.

Primero, hay que pulverizar el lino. Posteriormente, se añade todo a la batidora y se mezcla. Recuerda que las fresas deben estar limpias y sin rabito y el plátano pelado. Una vez tengamos la textura de batido, ya estará listo para servir.

Helado de plátano y nueces

Aunque estemos en invierno, un helado de plátano y nueces puede degustarse todo el año. Para elaborarlo necesitamos 4 yemas de huevo, 125 gramos de azúcar, 125 ml de leche, cuatro plátanos maduros, 250 ml de nata líquida y unas cuantas nueces peladas.

La elaboración es muy sencilla. En primer lugar, ponemos las yemas en un cuenco, añadimos el azúcar y batimos hasta que doblen su volumen.

Por otro lado, calentamos la leche en un cazo e incorporamos la otra mezcla mientras seguimos cociéndolo a fuego lento. No debemos dejar de remover hasta que empiece a hervir.

Cuando hierva, colamos la preparación en el vaso de la batidora e introducimos los plátanos sin piel y troceados. Entonces, trituramos hasta obtener una crema homogénea.

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Una vez lo tengamos, esperamos a que se enfríe y la dejamos en el frigorífico unos 30 minutos. Posteriormente, la sacamos, batimos la nata con las varillas y la mezclamos junto con la crema de plátano hecha anteriormente, poco a poco y removiendo. Entonces, ponemos la mezcla en un molde y lo dejamos en el congelador, al menos tres horas.

Finalmente, lo sacamos del congelador, lo trituramos con un robot de cocina, y lo volvemos a meter en el congelador para que vuelva a endurecerse antes de servirlo.

Fuente: Mundo Deportivo