El Día 
Santo Domingo.-Si en la República Dominicana ocurriera hoy un sismo de 8.1 grados en la escala de Richter, como el ocurrido en 1946, sería devastador, por el estado de vulnerabilidad y falta de educación en que está la nación.
La población no ha sido provista de la suficiente información u orientación para saber qué hacer después que ocurre un fenómeno de esa magnitud, porque antes que lleguen las autoridades con ayuda oficial la ciudadanía es la que deberá auxiliarse.
Terremotos del ayer
La nación ha sido escenario de varios terremotos destructivos a través de su historia.
Aunque siglos atrás no se registraba la magnitud de los mismos, estos se median por los daños que causaban.
Entre estos sismos está el que se produjo el 2 de diciembre de 1562, a las 8 y 30 de la mañana.
El fenómeno destruyó las provincias de Santiago y La Vega y también ocasionó serios daños en Puerto Plata. En 1751 y 1761 ocurrieron otros terremotos que devastaron la provincia de Azua y causaron grandes daños en la región Sur.
En 1842 se registró uno que destruyó a Cabo Haitiano y produjo daños en Puerto Plata.
En 1911 ocurrió un temblor de 7 grados que derrumbó la iglesia en San Juan de la Maguana y daños en otras comunidades.
Pero el fenómeno telúrico más terrible fue el que ocurrió el 4 de agosto de 1946, el cual provocó la desaparición completa de la comunidad de Matancitas, en Nagua.
Siempre alerta
Los expertos estiman que en cualquier momento en el país puede ocurrir un movimiento sísmico que provoque mucha destrucción. Sobre esto, el director del Instituto de Sismología, Eugenio Polanco, manifestó que la preparación previa a cualquier fenómeno es clave para poder sobrevivir.
El experto en la materia señaló que las provincias de Santo Domingo, el Distrito Nacional y Santiago son las dos áreas con mayor riesgo en caso de un evento de este tipo.
Estos lugares tienen en común la gran cantidad de personas que vive en ellas y el caos en el desarrollo y el crecimiento urbano, que las posiciona en un estado de vulnerabilidad total, pues estas zonas concentran más del 40% de la población.
Polanco reconoció que el país ha avanzado en algunos puntos, debido a que existe una Ley de Riesgo que ha obligado a las entidades a organizarse más. Empero, dijo que falta trabajar más en la ciudadanía, de tal forma que tenga la orientación que le permita defenderse en caso de que ocurra un terremoto.
La primera respuesta debe darla la gente misma, y si esta no la tiene eso contribuiría con el desastre, dijo.
Los equipos
Para obtener una mejor cobertura de los movimientos sísmicos en el país, Polanco reveló que solicitaron al Gobierno la compra de ocho estaciones, laos cuales ya están en licitación.
En el país existen 20 estaciones sísmológicas, de las cuales 12 están instaladas y las restantes están siendo licitadas para proceder a su compra, explicó. Las mismas están compuestas por varios aparatos, entre ellos citó el sismómetro, que es el equipo que recibe el movimiento del suelo.
Nuevos equipos
Recientemente instalaron 13 estaciones acelográficas, que sirven para registrar los fuertes movimientos, ya que los equipos de sismología ordinarios cuando ocurre un sismo muy grande se saturan y los acelográficos no.
La nación cuenta con 14 aparatos distribuidos en toda la geografía. De acuerdo a los análisis, anualmente se registran entre 600 a 700 movimientos telúricos en el país. La magnitud oscila entre 2 y 5 grados en la escala de Richter.
Sismología tendrá una nueva edificación
El director del Instituto Sismológico reveló que la institución tendrá una nueva edificación de cuatro niveles como parte de la solicitud que le hiciera al Gobierno.
Dijo que la infraestructura se está construyendo en la Zona Universitaria y que se inaugurará este año.
Los nuevos equipos serán instalados en la isla Saona, para tener una mejor cobertura de los sismos que se dan en la zona este, que actualmente está monitoreada desde Puerto Rico, debido a que todas la entidades de este tipo están en constante cambio de datos.
En la parte sur la nación le da soporte al pueblo de Haití.
