
Santo Domingo.-Cuando el 10 de marzo de 2020 el entonces candidato presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano Luis Abinader anunció a Raquel Peña como su candidata vicepresidencial para las elecciones de mayo siguiente sorprendió a la opinión pública y a la clase política, pues se trataba de una desconocida en esas lides.
La reacción en la clase política fue mixta. Algunos analistas y políticos vieron la elección de Peña como una movida estratégica de Abinader buscando una figura que pudiera atraer a votantes con un perfil tecnocrático y académico, lo que contrastaba con la trayectoria de muchos políticos tradicionales.
Otros, en cambio, expresaron dudas sobre la capacidad de Peña para desempeñar un papel político tan importante, dado que no tenía experiencia previa en cargos públicos de alto perfil.
Sin embargo, su perfil como académica y administradora, así como su experiencia en el sector privado, fueron aspectos destacados por Abinader y su equipo de campaña, quienes argumentaron que Peña aportaría una perspectiva fresca y técnica al Gobierno.
Con el tiempo, su desempeño en la campaña y posteriormente en el Gobierno, especialmente durante la crisis de la pandemia, confirmó la confianza depositada y las cualidades que el hoy mandatario veía en ella.
Raquel Peña irrumpió en la escena política como una desconocida, pero poco tiempo después de asumir el cargo, su habilidad administrativa y su capacidad para manejar crisis se pusieron a prueba de manera significativa.
En tiempos de crisis
La pandemia del COVID-19 planteó desafíos sin precedentes, y Peña fue designada para liderar el Gabinete de Salud, un rol crítico que desempeñó de forma notable.
