Ramón Benito De la Rosa y Carpio asocia falta de ética política a ausencia de formación

Ramón Benito De la Rosa y Carpio asocia falta de ética política a ausencia de formación

Ramón Benito De la Rosa y Carpio asocia falta de ética política a ausencia de formación

José P. Monegro, director de EL DÍA, y Ramón Benito de la Rosa y Carpio junto a Armando Tavárez. JORGE GONZÁLEZ

SANTO DOMINGO.-Para el arzobispo emérito de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, el país requiere que los servidores públicos se aboquen a un cambio de mentalidad, ya que la corrupción es vista en la población en sentido general como algo parte de la cotidianidad.

Al hablar sobre una iniciativa promovida por la Iglesia católica para formar en la ética a los formadores públicos, sin importar sus preferencias políticas, el prelado manifestó que hay que trabajar en el cambio el fenómeno en el que la corrupción es parte de la mentalidad.

Recordando una conversación con un historiador dominicano, este le indicaba que cuando una persona es incorporada al servicio público tanto él como su familia entienden que es “una oportunidad para resolver sus problemas y arreglar sus asuntos (materiales)” y que quien no actúa así recibe calificativos despectivos.

El arzobispo de Santiago se ha constituido en el principal promotor de un grupo de reflexión de laicos con responsabilidades públicas, para fomentar la ética en ese tipo de funciones.

El grupo ha sido denominado como “Santo Tomás Moro”, un jurista británico del siglo XVI que fue ejecutado por mantenerse firme en sus creencias.

“No se trata de una ética cristiana, sino de una ética humana”, explicó monseñor De la Rosa, para dejar sentado que el buen obrar es responsabilidad de todo servidor público, al margen de creencias religiosas.

Monseñor De la Rosa señaló que pese a que el dominicano es un pueblo con bases cristianas, suele manejarse en el servicio público con esa mentalidad de corrupción.

Una vocación

El director ejecutivo de ese grupo es el rector del Instituto Tecnológico de las Américas, José Armando Tavárez, quien reflexionó que el servicio público es una vocación y como tal debe ser asumida por los ciudadanos.

Tavárez significó que el servicio público no se ha entendido de forma vocacional ni lo que implica ser servidor público.

Afirmó que hay una carencia de formación tanto académica como familiar y que también faltan espacios donde se forme la mentalidad de servicio desde la función pública.

Mentalidad arraigada

El prelado católico retomó el tema de la mentalidad de la corrupción al señalar que la misma viene arraigada desde los tiempos de la colonia, ya que muchos de los españoles que llegaron a esta isla engañaban a los indígenas cambiándoles espejitos por oro.

Recordó que el decreto del presidente Danilo Medina que crea la Comisión de Ética Pública se basa en el principio de que un país sin ética se convierte en ingobernable.

El arzobispo emérito asoció esa falencia a la crisis que viven muchos países y partidos políticos que han desaparecido.

De la Rosa y Carpio y Tavárez aseguran que se debe transformar esa cultura, la cual, a su entender, se contradice con la vocación política.

Origen y filosofía Grupo Santo Tomás Moro

Doctrina. El Grupo Santo Tomás Moro impartirá un diplomado sobre “Liderazgo ético de la vida pública” a partir del 19 de este mes, en el recinto de Santo Domingo de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

Esa iniciativa forma parte de las actividades que se ha propuesto el Grupo para promover la formación ética del servidor público.

José Armando Tavárez recuerda que en 2013 la Conferencia del Episcopado Dominicano propició una reunión con rectores universitarios en la que se discutió la necesidad de la formación ética de los futuros profesionales.

Junto a esa inquietud fue que surgió el Grupo Santo Tomás Moro, que toma su nombre porque este jurista británico del siglo XVI es considerado como el patrón de los políticos.

El diplomado incluye testimonios de servidores en los ámbitos público y privado.



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