Santo Domingo.- Como dice el refranero dominicano «República Dominicana lo tiene todo», pues además de la solidaridad de su gente o sus playas paradisíacas, en este país abundan las creencias y cábalas para cada época del año y la de Año Nuevo no es una excepción.
Pues si para los supersticiosos el Viernes Santo es un día de duelo, luto y reverencia por la muerte de Cristo, el primero de enero representa el inicio de un año que será positivo o negativo, si se realizan o no ciertos rituales de renovación espiritual.
Desde recibir el año con la ropa interior al revés para «atraer la buena suerte», hasta lanzarse de espaldas al mar en las primeras horas de Año Nuevo «para liberarse de las impurezas», son algunos de los rituales.
Estos rituales y cábalas estén vinculados o no con la realidad, para muchos ya son una costumbre, tal es el caso de Ramona López quien cuenta que año tras año mientras suenan las doce campanadas quema en una lata incienso y mirra y camina con ella en las manos por toda la casa a modo de «limpieza», es decir, para que con el viejo año se vayan las «malas vibras e impurezas» y con el nuevo lleguen las «buenas energías».
No obstante, Agustina Disla, como cientos de personas, prefiere escribir en un papel las peticiones del nuevo año y quemarlas justo cuando las agujas del reloj marquen las doce de la medianoche del 31 de diciembre, esto con la fe de que verá sus sueños cumplirse.
En cambio, Antonia Espinal relata que el último día del año pone a un lado los quehaceres del hogar, puesto que según ella, las acciones que realice ese día predeterminarán las que hará durante todo el año.
«Es como una predisposición, si tu te pones a lavar o a fregar mucho el 31, tenlo por seguro que te pasarás todo el año lavando y haciendo oficios», señala.
Ahora bien, ¿Qué es una cábala?
Según la Real Academia de la lengua Española, es un conjetura o suposición, es decir, una proposición que se prevé verdadera, pero que aún no está demostrada>.
Es justo por esta razón que algunas denominaciones religiosas como la Evangélica Pentecostal, Iglesia Adventista del Séptimo Día y Testigos de Jehová no practican estas cábalas de fin de año, dado su carencia de fundamentos reales y de hecho citan a Romanos 1:19-23.
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