Haciendo un análisis tranquilo a la solicitud de asistencia que le hiciera el Partido Revolucionario Dominicano a la Junta Central Electoral, se puede llegar a la simple conclusión de que sus pretensiones son de que el organismo le financie el montaje de su convención.
De aceptarlo y acoger el pedimento, la Junta estará obligada a hacer lo propio con cualquiera de los otros 27 partidos políticos reconocidos.
El PRD ha pedido que le colaboren suministrándole los locales para centros de votación y centros de acopio, los escáners (uno por cada municipio y distrito municipal), la impresión del padrón electoral, valijas portadoras de actas de escrutinio, valijas portadoras de centros de votación, base para sellos, almohadillas, las hojas para plastificar las actas, tinta para identificación del votante (indeleble), marcadores, tinta de marcado y observadores en todos los centros de votación (a los cuales la JCE tendrá que pagarles dietas), entre otros.
Para tener una idea de si el pedimento es barato, sólo hay que tener en cuenta que habría que invertir RD$4,497,499 para las casetas; RD$2,090,164 para los organizadores y RD$8,482,500 para las urnas. Sólo esos tres renglones implican unos 15 millones de pesos.
Pero no se puede perder de vista que cada año, religiosamente y sin regateo, los partidos políticos reciben un porcentaje del Presupuesto de la nación (0.25 por ciento en los años no electorales y 0.50 los años electorales). Nunca se lo recortan.
La Junta ha dicho que los fondos que recibe no le alcanzan ni para cumplir sus obligaciones, entonces mal podría estar haciendo esos favores a instituciones que reciben decenas de millones de pesos al año del Presupuesto Nacional justo para hacer eso.
Además de negar el pedimento en cuestión, la JCE tiene que dejarles claro a otros partidos que tampoco ellos serían complacidos y que cada cual se rasque con sus propias uñas.