¿Qué está pasando con nuestra memoria?

SANTO DOMINGO.-Despertarse desorientado, buscar los lentes que están sobre la cabeza, perder el celular en la cartera que llevamos al brazo o no encontrar las llaves del auto son situaciones que, más que anécdotas, se han vuelto la norma para muchas personas.
Vivimos atrapados en un ciclo vertiginoso, donde las distracciones cotidianas y la sobrecarga de información nos impiden disfrutar del presente y afectan nuestra capacidad de recordar. Pero, ¿es solo olvido o algo más profundo?
La doctora Marcia Castillo, experta en neurociencia, invita a reflexionar sobre esta problemática y describe un panorama, como causa y efecto, que mezcla el estrés crónico, el insomnio y la constante exposición a las pantallas como enemigos de nuestra memoria.
Destaca: “Aunque el cerebro una impresionante capacidad de almacenamiento -comparable a 2.5 millones de gigabytes según algunos estudios- esta ‘potencia’ no es inmune a los embates de la vida moderna”.
Costo de la era digital
La doctora Castillo señala que vivimos en una época de ‘scrolling’ constante, donde el flujo incesante de información de las redes sociales mina nuestra atención, por lo que esta falta de enfoque, sumada a un ritmo de vida marcado por la cronopatía (la obsesión por aprovechar el tiempo al máximo), convierte nuestras mentes en un terreno infértil para la memoria.
“Nos bañamos pensando en el desayuno, desayunamos pensando en el tráfico y conducimos pensando en cumplir con la hiperproductividad”, afirma Castillo, planteando que este ciclo interminable acorta nuestra capacidad de atención y, como consecuencia, debilita nuestra memoria.
La mente en el caos
A pesar de su fortaleza, el cerebro no es solo un órgano físico, sino también una construcción maleable, influida por las vivencias y el entorno que, según Castillo, el estrés crónico, la falta de sueño reparador y la sobreestimulación sensorial contribuyen a su desgaste cognitivo progresivo. De esta manera, la memoria, al igual que un castillo de naipes, se derrumba bajo el peso de tantas distracciones y presiones externas.
El mensaje de la especialista es claro: “Debemos detenernos, desconectar y permitirle a nuestra mente el descanso y el enfoque necesarios para recuperar su capacidad de recordar. En una era donde todo parece efímero, tal vez la clave para una memoria más robusta esté en aprender a vivir en el presente y a valorar el tiempo como un recurso para el bienestar, no como una meta que nos devora”.
Concentración
Castillo indica que el cerebro, como cualquier otro órgano, requiere atención y cuidado para funcionar de manera óptima, como una alimentación balanceada, clave para nutrirlo. Recomienda incluir alimentos ricos en omega-3, como pescado azul, semillas de chía y nueces, favorece la salud neuronal.
