Hace aproximadamente un mes, en mi pueblo, Villa Los Almácigos, Santiago Rodríguez, un joven que era muy querido por todos mis compueblanos se suicidó porque tenía una deuda y no la podía pagar.Se había quedado desempleado y por más que buscó un trabajo no lo encontró. Este infortunio lo llevó a acabar con su propia vida, pues la vergüenza que sentía frente a sus acreedores sobrepasaba sus fuerzas para seguir luchando por un mejor futuro.
El desempleo es una de las principales carencias que afecta a los(as) jóvenes dominicanos(as). Muchos(as) se gradúan en las universidades y les resulta muy duro encontrar una plaza de trabajo. Y cuando consiguen una oportunidad, además de que las empresas les exigen muchos requisitos para contratarlos(as), les pagan sueldos de miseria, como si todos los años de estudios no tuvieran valor.
A la desesperanza que arropa a los(as) jóvenes que, queriendo trabajar, no encuentran empleo, le acompaña la frustración de ver que en el país son los corruptos los que tienen las mayores oportunidades. Esto es tan lastimoso que si no se tiene una cuña con algún jerarca difícilmente se alcanza el propósito de conseguir una plaza de trabajo.
El gran desempleo entre los jóvenes evidencia también la falta de iniciativa de los gobernantes que hemos tenido, los cuales, si sacamos cuenta, son los culpables de la frustración de muchas generaciones que terminan en la delincuencia, la prostitución y, en el mejor de los casos,emigrando a otros países.
Por suerte, ante la indolencia de las autoridades para enfrentar el desempleo, un grupo de jóvenes emprendedores(as)han creado páginas en las redes sociales sobre oportunidades de empleos, en las que divulgan informaciones y estimulan la iniciativa juvenil. Esta práctica alternativa ya cuenta con más de cincuenta mil seguidores, en su gran mayoría profesionales, que buscan alguna oportunidad, entre los que se cuentan algunos que ya han tenido la suerte de empezar a trabajar.
Valoro como positivas esas iniciativas que sirven de ayuda al desarrollo de nuestros jóvenes en la búsqueda de un mejor futuro. Creo que los jóvenes debemos empoderarnos y exigir la fomentación de fuentes de empleos y dejar de ser objetos que solo somos útiles para ayudar a ganar elecciones.Podemos ser más que votos, conquistando condiciones de vida óptimas para todos (as) los(as) ciudadanos (as).
Los grupos de informaciones de vacantes son solo el grito silencioso de la realidad que estamos viviendo los jóvenes, y ponen de manifiesto la vieja enseñanza de que cuando se quiere se puede.Nos enseñan que los jóvenes dominicanos que queremos un mejor futuro debemos estar dispuestos(as) a conquistarlo con nuestras propias manos, si es preciso.
Por lo tanto en nombre de todos(as) los(as) dominicanos(as) honestos(as) queremos agradecerle a los(as) creadores(as)de estos grupos de superación que, aunque algunos de sus fundadores son anónimos, su iniciativa impacta el presente, devolviendo la esperanza a muchos que creían estar sin oportunidades, para comprobar lo que había afirmado José Ortega y Gasset: “Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos”.
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