Prudencia ante la reforma

Prudencia ante la reforma

Prudencia ante la reforma

Claudio Caamaño Vélez

Hablar en estos momentos de una reforma constitucional es, en el menor de los casos, una imprudencia. La debilidad institucional que padece la República Dominicana, sumada a los altos niveles de tensión social y política, así como una eventual crisis económica, son ingredientes perfectos para un desastre.

Reformar la Constitución ahora es como ponerse a construir una casa en medio de un huracán. Por necesaria que sea, no es el momento para eso.

Además, actualmente el Partido de la Liberación Dominicana tiene mayoría absoluta en el Congreso, por lo que habría que pactar con ellos, arrodillarse a su voluntad… ¿Por qué pactar con quien está derrotado? ¿Por qué mantener vivo a quien ya está muerto? ¿Acaso no sería mejor ganarle aplastantemente en 2020 (que ya está a la vuelta de la esquina) y luego hacer las reformas necesarias sin tener que negociar con esa plaga?

Este no es momento de conciliar con el PLD; es tiempo de pelear y derrotarle de manera abrumadora.

Las condiciones son perfectas, solo nosotros mismos podemos evitarlo con nuestras imprudencias y titubeos.
En 20 años de Gobierno el PLD no ha tenido piedad con este pueblo, ha abusado del poder, de la miseria y la ignorancia (que han fomentado sistemáticamente). No tengamos piedad de ellos.

Si queremos reformar la Constitución, que es necesario, preparémonos para llevar al PLD a menos de un 30% en el Congreso, y que vean cómo desmontamos todas sus vagabunderías en su propia cara, sin que ellos puedan hacer nada. Que sientan lo que nosotros hemos sentido durante años.

Pero para lograr eso, no es tomando café entre amigos, ni mucho menos con enemigos. Es enfrentando de manera firme y frontal los males del país.

Hay una sociedad indignada que desea creer en algo, pero que su voto no nos lo regalará, tenemos que conquistarlo.

El único pacto que debemos hacer es con la sociedad, que clama por el fin de la corrupción y la impunidad. Démosle al pueblo lo que pide, y el nos dará el respaldo para hacer cumplir su voluntad.



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