Cada vez son más comunes las manifestaciones frente al Palacio y el Congreso Nacional, convirtiéndose estas sedes en muros de las lamentaciones de sectores y organizaciones que alertan sobre diferentes tópicos del acontecer nacional.
Las voces se levantan por proyectos habitacionales en el interior del país, por justas pensiones que se esperan por largos años y ahora por un “bendito” reajuste de sueldos.
Desde hace días fue rota la luna de miel que tenía el presidente Danilo Medina y la ciudadanía, lo que se evidencia con las protestas que se tornan comunes en cualquier parte del país.
A esto también se agregan quejas por el deterioro del servicio energético y las alzas en los precios de productos de la canasta familiar.
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El Gobierno tiene el caldero caliente con los conflictos que existen con Haití por la veda a las exportaciones de productos locales, como el pollo y los huevos, y también se agrega la sentencia del Tribunal Constitucional negando la nacionalidad a los hijos de ilegales.
Por igual se tiene el debate en torno al Presupuesto de 2014.