De pronto surgen las iniciativas para que el voto sea obligatorio y para la sustitución del método D’Hondt, que tiene años de aplicación en el país y ahora resulta que no sirve para evitar lo que se suponía que evitaba: el desequilibrio a favor de los partidos mayoritarios a la hora de distribuir los puestos alcanzados en una elección.
Si quienes proponen la sustitución de este procedimiento salen a la calle se encontrarán conque la gente no tiene idea de lo que les están hablando, pero repetirán que un candidato a diputado de una circunscripción de la Capital obtuvo 14 mil votos y quedó fuera y otros que lograron menos quedaron entre los electos al Congreso Nacional.
Y es verdad. Pero para cambiar a D’Hondt hay que tener una opción equitativa que satisfaga a todos.
El camino
Sobre este asunto el senador Félix Bautista ha dicho que introducirá una iniciativa para reformar la ley y sacar de juego el método D’Hondt, que según sus puntos de vista genera inconstitucionalidad.
Y este es un punto interesante, no importa si su proyecto de reforma avanza o no, porque los que se sienten afectados pueden recurrir ante el Tribunal Constitucional.
