Santo Domingo,.- El presidente de la Asociación Dominicana de Agrimensores (Asodagrim) dijo que el sistema de construcción vertical es una bomba de tiempo que hay debajo en la tierra y si no se actúa a tiempo con un drenaje pluvial adecuado, no solo se verá el colapso del muro de la 27 Febrero con Máximo Gómez, sino otro tipo de estructuras en el país.
Víctor Torres enfatizó que los agrimensores son piezas fundamentales e insustituibles en el proceso de planificación y ejecución de sistemas de drenaje en la construcción.
El agrimensor Torres garantizó que los especialistas de la agrimensura aportan los levantamientos topográficos, porque estos estudios permiten descubrir las curvas de nivel, conocida técnicamente como Modelo Digital de Terreno (DTM), permitiendo a diseñadores, arquitectos y estructuralistas visualizar las variaciones en un punto específico según la inclinación del terreno.
También como ingeniero civil, él explicó que un drenaje pluvial consiste en una red hidráulica diseñada para recoger, transportar y retener el agua de lluvia. Estos sistemas de drenaje son fundamentales para hacer frente a los desafíos naturales en proyectos de construcción civil.
El presidente de los agrimensores declaró que no existe una cartografía georreferenciada de drenaje pluvial, que ni siquiera las autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) conoce la ubicación de los desagües de lluvias de la capital.
“Si me dicen a mi -¿dónde están los drenajes pluviales? Yo creo que ni la CAASD lo sabe, no lo sabe, porque hace básicamente un año, una empresa empezó a perforar un pozo arriba del elevado y tu te diste cuenta por la gente que cruzaba debajo de éste.” expresó.
Enfatizó que eso dice que no existe una cartografía de zonificación de cómo está conformado el sistema de drenaje en túneles y elevados para cuando se diseñe un elemento estructural se pueda contar con eso.
Dijo que con la lamentable situación acaecida este sábado 18 de noviembre, han querido decir que es un problema estructural y no lo es, es un problema de drenaje.
Expresó su respaldo a las afirmaciones del ingeniero Reginald García, señalando que el problema no residía en el diseño estructural, sino en el sistema de drenaje en ese entonces, hace más de 23 años, cuando la población no era tan numerosa como en la actualidad y no existía un sistema de metro. A pesar de que la estructura no estaba debidamente asegurada, lo que provocó su colapso fue la presión ejercida por el flujo de agua.
Recomendó desarrollar una cultura de mantenimientos de este tipo de obras, hacer un sistema de drenaje hidráulico en el Distrito Nacional, porque cada vez que llueve, se conoce cuáles son las calles que se inundan.
Sostuvo que la implementación del mantenimiento preventivo es clave para prevenir crisis en el ámbito de la ingeniería. Se hace necesario intervenir en las áreas más propensas a inundaciones, porque las pruebas indican la presencia de aguas subterráneas debido a la falta de conocimiento sobre el estado de esos sistemas de drenaje, su existencia, posibles desviaciones u otras irregularidades que han ocasionado estas crisis frente a fenómenos naturales.
Un punto de luz
El profesional de la agrimensura reveló de que el Instituto de Geografía Nacional “José Joaquín Hungría Morel” (IGN-JJHM) puso a disposición de todas las instituciones públicas y privadas una cartografía base para que todo el que desarrolle un proyecto que involucre terrenos, no haga lo que quiera.
Con este esfuerzo realizado por el instituto es de gran utilidad a escala nacional y esencial para el manejo del ordenamiento territorial, cartografía censal, gestión del riesgo de desastres, proyectos de inversión público-privada, industria inmobiliaria, grandes proyectos del Estado o gobierno, porque trae información cartográfica Georreferenciada con gran precisión.