Probablemente has escuchado temas relacionados a que nos enfermamos porque no manejamos apropiadamente las emociones. Siendo así parecería que cada uno de nosotros estamos creando nuestras propias enfermedades.
Resulta difícil creer que una persona puede autogenerar enfermedades que incluso le puedan llevar a la muerte. Cuando escuchamos estos temas, no sería raro pensar que los expositores están locos, que son temas pocos serios, no tienen relación con la fe, ni con la ciencia. Es decir que el sólo pensarlo es un tema conflictivo.
La verdad es que hay investigaciones muy serias realizadas en diferentes países y por organizaciones tanto gubernamentales como universitarias que buscan encontrar la relación entre salud y emociones.
El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos publicó en el 2015 un artículo titulado “Las emociones positivas y su salud”, en el cual presenta una variedad de investigaciones realizadas por múltiples universidades que buscan la relación entre salud y manejo emocional.
Una y otra vez se evidenciaron resultados que mostraban personas con mejores condiciones de salud cuando tienen una visión más resilientes, optimistas y con propósito de vida.
En el 2020, la compañía de contenidos educativos, McGraw Hill publicó un escrito titulado “El cuerpo es el reflejo de las emociones y los pensamientos”, el cual muestra una relación de cómo determinados sentimientos pueden repercutir en órganos específicos del cuerpo y así contribuir a generar determinadas enfermedades.
En conclusión, si las personas estu viéramos conscientes de cómo nos enfermamos por mantenernos enojados, llenos de rencor, muertos de miedo, entre otras emociones que no dejamos salir de nuestro sistema, podríamos tomar acciones más eficaces para sanar. La invitación es trabajar a conciencia las emociones ancladas dentro y que podrían llevarte a la tumba.