
Barcelona. – Un estudio sobre procesos biológicos en el tejido aún sano de la vejiga revela por qué el tabaco y ser hombre son dos factores que incrementan el riesgo de padecer un tumor en este órgano.
El estudio, publicado este miércoles en la revista Nature, lo han liderado investigadores del IRB Barcelona y de la Universidad de Washington.
Según ha informado el IRB, la investigación demuestra que el tabaco y el sexo biológico (masculino) influyen en cómo evolucionan las células normales del tejido sano de la vejiga, favoreciendo la expansión de algunas células mutadas que podrían ser determinantes en el desarrollo del cáncer.
Los varones, principales afectados
El cáncer de vejiga es uno de los más frecuentes en todo el mundo y afecta sobre todo a los varones, pues tienen aproximadamente cuatro veces más probabilidades de desarrollarlo que las mujeres.
El tabaco es el principal factor de riesgo ambiental conocido de este cáncer, ya que su consumo se asocia a una mayor incidencia de los tumores de vejiga. Sin embargo, los mecanismos biológicos que explican estas diferencias por tabaquismo y por sexo biológico todavía no están claros.
Como el cáncer puede tardar décadas en desarrollarse, los investigadores de IRB y de la Universidad de Washington decidieron estudiar el tejido sano para entender las primeras fases de la enfermedad y, con ello, mejorar la predicción del riesgo, la prevención y el diagnóstico precoz.
El equipo, liderado por los investigadores del IRB Núria López-Bigas y Abel González-Pérez, junto con la doctora Rosana Risques de la Universidad de Washington, analizaron muestras de tejido de vejiga de 45 donantes.
Gracias a una nueva aproximación, pudieron detectar y cuantificar miles de mutaciones que son invisibles para las actuales técnicas de secuenciación. Los investigadores observaron claras diferencias en la arquitectura clonal del tejido de la vejiga entre hombres y mujeres.
En los donantes masculinos, ciertas mutaciones en genes relacionados con el cáncer mostraron una ventaja evolutiva, lo que significa que los clones que las portaban tendían a expandirse incluso en tejido sano.
Mutaciones por el tabaco
En cuanto al tabaco, observaron que los donantes mayores de 55 años que habían fumado presentaban una alta frecuencia de mutaciones en el promotor del gen TERT, un elemento del ADN que permite a las células evitar el envejecimiento y seguir dividiéndose.
En este sentido, el estudio aporta pruebas de que el tabaco no solo actúa como un mutágen (que provoca nuevas mutaciones), sino también como un promotor clonal, es decir, que facilita la expansión de células con mutaciones ya existentes.
Es la primera vez que estos efectos se observan directamente en tejido sano de la vejiga y no en tumores, lo que aporta nuevos conocimientos sobre las etapas más tempranas del desarrollo del cáncer.
Los resultados abren también la puerta a futuras aplicaciones, como por ejemplo medir los clones en expansión en la vejiga, lo que podría contribuir al desarrollo de herramientas de predicción de riesgo y detección precoz mediante análisis de orina.