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Política monetaria y medidas contracíclicas

Por: Tomás D. Guzmán Hernández

El Estado tiene dos brazos infalibles que deben actuar siempre juntos de manera que vayan cónsono con el desarrollo de las fuerzas productivas. Si existe problema en uno, se reflejará en el otro y viceversa. Hablamos de la política fiscal dirigida por el Ministerio de Hacienda y Economía y la política monetaria dirigida por el Banco Central.

Res non verba, hechos no palabras, la misma consiste en ajustar la oferta de dinero en la economía para conjugar la estabilización de la inflación (los precios promedios) y del producto.

“A largo plazo el producto es fijo (o sea siempre habrá un PBI) de modo que cualquier modificación de la oferta monetaria solo hace variar los precios. Pero a corto plazo tanto los precios como los salarios no se ajustan de inmediato, esas modificaciones pueden afectar la producción real de bienes y servicios”.

Por eso, la política monetaria ejercida por el Banco Central es un instrumento valioso para lograr los objetivos de inflación y crecimiento (www.imf.org/fandd). Nuestro BCRD, al igual que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) o el Banco Central Europeo (BCE) tiene la enorme tarea de mantener a raya la inflación (el crecimiento promedio de los precios en la economía) a la vez que promueve el empleo para todos.

“El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) tiene como meta mantener la inflación dentro de un rango meta de 4% +/- 1%, es decir, entre 3% y 5%. En julio de 2025, las expectativas de inflación se mantienen dentro de este rango, con una mediana del 4.0% en todos los horizontes, según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas”.

En la actualidad se vive en un momento de escasez del dinero circulante en la calle y por tanto los consumidores gastan menos por tanto la producción disminuye y las expectativas del crecimiento del producto (PIB), para este año han disminuido de un 5% tradicional a un 3.5% o en el mejor de los casos un 4%.

Todo esto obliga a las empresas a reducir puestos de trabajo e invertir menos en sus planes y la demanda externa de las exportaciones del país pueden decaer. Esto conduce a una caída de la demanda agregada para lo cual la política monetaria suele ser el instrumento adecuado.

Cuando estudiamos como maneja la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos una situación como la descrita, según el expresidente Ben S. Bernanke (2006-2014) y posterior premio nobel 2022 de economía en sus estudios encontró que las interrupciones financieras de 1930-1933 redujeron la eficiencia del proceso de asignación de crédito y que el mayor costo resultante fue deprimir la demanda agregada ese efecto que él llamó el acelerador financiero.

Cuando se enfrentan a una leve desaceleración es probable que los bancos redujeran significativamente los préstamos y otros riesgos.

La caída de la demanda agregada se contrarresta con medidas anticíclicas como la ocurrió recientemente “El Banco Central de la República Dominicana, a través de la Junta Monetaria, ha liberado RD$81 mil millones para impulsar la economía y facilitar el acceso al crédito,

especialmente a sectores productivos como construcción, manufactura, agropecuario, exportación y Mipymes. Esta medida busca contrarrestar la pérdida de dinamismo económico y fortalecer la demanda interna. Los recursos, con una tasa máxima del 9% anual y plazos de hasta dos años, provienen en parte de la liberación del encaje legal y de aplazamientos de vencimientos de facilidades de liquidez rápida” I.A.

Medidas como esa con un claro ejemplo de la política anticíclica que busca la expansión de del producto y el empleo. El consiguiente aumento de la oferta monetaria también aumentaría los precios. Una mayor demanda ejerce presión sobre el costo de los insumos incluidos los salarios. Los trabajadores por lo regular gastan todos sus ingresos para consumir más lo que empuja la carrera salarios-precios conocido por todos.

Cada año se fijan objetivos de meta de inflación. En Estados Unidos tiene dos objetivos básicos equilibrar los precios y mantener el pleno empleo. La Reserva Federal (FED) tiene ese doble mandato explícito del Congreso pues el objetivo del empleo lo coloca en pie de igualdad con el de la inflación.

Finalmente, la política fiscal-tributación y gasto-es la otra herramienta para gestionar la demanda agregada de bienes y servicios que nuestro gobierno tiene a su disposición.

Toda la legislación de impuestos y gastos toma tiempo y desde el punto de vista político, tiene un costo que, aunque erosiona la popularidad del partido de gobierno a la larga se beneficia de haber hecho lo que tenía que hacerse en el momento justo para salvar la economía.

El autor es economista

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