
Por Raúl Rivero
A pesar de que la poesía de Plinio Chahín (Santo Domingo, 1959) viene del caprichoso y exuberante matrimonio de las obras de José Lezama Lima y Jorge Luis Borges, el poeta dominicano es libre, tiene nombre propio y sus versos alcanzan una voz única que le sirve para narrar sus emociones.
No contento con esa heroicidad, el bardo dominicano escribe teatro y ensayos, enseña en una universidad, es un articulista de primera línea y es, también, uno de los más apreciados autores de microrrelatos de aquella región, de aquel mundo.
Lo acaba de demostrar ahora que despide el año 2016 con un libro titulado Fantasmas de otros, una colección de textos en prosa, publicada por Ferilibro, que comienza a tener resonancias en la prensa literaria de su país.
En el Listín Diario han recibido el nuevo libro de Chahín con la certeza de que el escritor «asume la mejor tradición del género, desde Marcial a Monterroso y Juan José Arreola, explorando poéticamente diversos temas sobre la imaginación y el erotismo, el deseo y la muerte».
Fantasmas de otros pone en plena actualidad a un escritor latinoamericano que llegó con su canción, su tono personal y su universo personal con la poesía como una especie de poder subterráneo que le acompaña a la hora de incursionar con pasión y lucidez en la ensayística y la narrativa.
