PLD se debate entre popularidad de Margarita, logística de Abel y los sargentos de Francisco

PLD se debate entre popularidad de Margarita, logística de Abel y los sargentos de Francisco

PLD se debate entre popularidad de Margarita, logística de Abel y los sargentos de Francisco

 

SANTO DOMINGO.- La era post Leonel Fernández del Partido de la Liberación Dominicana empieza a definirse a partir de esta elección de su candidato presidencial en el que entran en juego dos variantes políticas: la popularidad o la capacidad de mover el voto.

La exvicepresidenta Margarita Cedeño, el alcalde Abel Martínez y el exprocurador Francisco Dominguez Brito son las figuras cimeras del proceso de este domingo 16 de octubre.

En las encuestas independientes a la que EL DÍA ha tenido acceso, Margarita Cedeño aparece como puntera en las simpatías. Sin embargo Abel Martíez ha logrado captar el apoyo de la mayoría de los diputados y alcaldes que permanecen en el PLD, lo que le da una ventaja logística que pudiera ser determinante. Francisco Dominguez Brito también apuesta al apoyo que ha logrado entre dirigentes medios de ese partido y así poder convertirse en la gran sorpresa del sorteo electoral.

Maritza Hernández y Karen Ricardo completan la planilla de aspirantes, aunque lucen rezagadas en las encuestas.

Entonces los peledeístas van a su proceso interno con la interrogante de quién ganará entre la popularidad de Margarita, la logística de Abel o la rebelión de los sargentos de Domínguez Brito.

El papel de Danilo Medina deberá ser el de un árbitro imparcial.

El pronóstico se hace más incierto porque el PLD ha tenido que recurrir a una argusia lingüística para poder llevar a cabo su elección de candidato al margen del plazo que establecen las leyes electoral y de partidos políticos que es en octubre del año antes de las elecciones (en este caso octubre del 2025), pues el partido cayó en una trampa que el mismo grupo dominante creó cuando en 2019 impuso estas legislaciones pensando que le cerraba el paso a Leonel Fernández.

Justamente esas leyes crearon las condiciones legales para el proceso interno en el que Fernández fue derrotado por Gonzalo Castillo, quien contó con el respaldo abierto de Danilo Medina y la entonces maquinaria gubernamental. Fernández no aceptó los resultados, alegando fraude electrónico, y finalmente terminó saliendo del partido para integrar lo que ahora se llama Partido Fuerza del Pueblo.

Con la salida de Leonel del PLD, la derrota electoral de Gonzalo Castillo y el impedimento constitucional de Danilo Medina para optar nuevamente por la Presidencia de la República, este proceso estaría definiendo en torno a quien girarían los intereses peledeístas para intentar volver al poder.

También el PLD podría estar escogiendo un candidato de transición ante un 2024 incierto para que pueda llevarlo con mayor fortalece al 2028, aunque desde ya se da como un hecho para que ese proceso saldrán nuevas figuras a menos que se logre la hazaña de un triunfo en las próximas elecciones presidenciales.

También se está escogiendo un candidato que pueda impedir el avance de Leonel Fernández y mantenerlo en un tercer lugar, mientras más lejanos del segundo lugar será mejor para el PLD y sus aspiraciones.

En ese caso se vuelve a presentar el dilema de que los dos precandidatos que aparecen como punteros eran muy cercanos a Fernández mientras estuvo en el PLD: su esposa Margarita (ahora en proceso de divorcio) y Abel Martínez, quien fuera uno de sus más aventajados delfines.

En su proceso interno, que los peledeístas insisten en llamar consultas para salvar la falta legal, podrán votar todos los inscritos en el padrón de la Junta Central Electoral que no estén inscritos en los padrones de los partidos Fuerza del Pueblo y Revolucionario Moderno.

Eso le agrega otro elemento a la incertidumbre para el análisis de posibles resultados pues se desconoce el comportamiento que tendrán los votantes en un proceso que no ha tenido grandes despliegues publicitarios ni movilizaciones de simpatizantes o militantes.

De igual manera, para el PLD representará un reto la cantidad de personas que acudan a votar porque pudieran convertirse en un termómetro de su situación actual.

Una participación que ronde las 500 mil personas podría presentarse como un éxito para un partido que apenas empieza a recuperarse de una división, pero una asisencia por debajo de los 300 mil militantes lo presentaría como una entidad anémica que aún no se recupera de sus derrotas anteriores.

En el pasado, otras organizaciones han optado por no dar resultados absolutos y solo trabajar con porcentajes para ocultar la real participación, mientras que otros han decidido que todos los candidatos arrancaran de un “colchón” previo igualitario para abultar la participación real.

El PLD se juega este domingo cómo empieza a definirse su futuro post-Leonel Fernández y qué tan sólida y prolongada será la era dominada por Danilo Medina como líder máximo e indiscutible

 

 



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