Plata o plomo
Las contradicciones entre los grandes carteles colombianos de las drogas, que aún mantienen la primacía en la producción y exportación de cocaína, con los carteles mexicanos que controlan las rutas para introducir esa mercancía a Estados Unidos a través de esa extensa frontera, ha hecho que República Dominicana se convierta en una ruta alternativa cada vez más importante para ese tétrico negocio.
Las autoridades antinarcóticas dominicanas y estadounidenses han descubierto que los más importantes carteles suramericanos quieren convertir esta isla en una opción distinta a la mexicana para introducir la cocaína a territorio norteamericano, a través de Puerto Rico.
Han asumido el Canal de la Mona como la tercera frontera de Estados Unidos, pues cuando la droga llega a Puerto Rico, para sus fines comerciales ya está en territorio estadounidense.
En la instauración de esa ruta alternativa los narcotraficantes han estructurado una red criminal extensa. Al parecer están decididos a desarrollarla para no depender del control de la frontera entre México y Estados Unidos, que tienen los violentísimos grupos de narcotraficantes mexicanos.
Esa estructura criminal trae consigo sobornos y violencia, conocido en su argot como plata o plomo.
La plata ha corrido, el plomo está llegando.
Sólo el trabajo mancomunado y honesto de todas las autoridades, y con el respaldo irrestricto de los grupos sociales decentes de este país, puede impedir que esas estructuras criminales se entronicen en la República Dominicana y editen una versión caribeña de la violencia que padece el sufrido pueblo mexicano.
Aún estamos a tiempo para evitarlo, pero las manecillas siguen corriendo.
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