Los planes a futuro de seguridad ciudadana que se discutan están condenados a un resultado de corto alcance, para no hablar de fracaso parcial, si no cuentan con las partidas económicas que requieren para su ejecución.

De manera que en la reunión de los ministros de Interior y Policía, y de Defensa, a la que asistió el director general de la Policía Nacional, debió figurar un punto donde se establecieran las garantías económicas para poner en ejecución las acciones venideras en materia de seguridad ciudadana.

Y si no se hizo, ¿qué sería lo correcto hacer en los próximos días, tomando en cuenta la importancia capital que tiene? Trabajar con los organismos competentes en la definición del presupuesto de la nación, que ejecutará el Gobierno en 2019.

Si en esa pieza se consignan las partidas necesarias, todo lo que se planifique tendrá excelentes resultados en materia de seguridad ciudadana.

A partir del próximo mes entramos en un periodo muy sensible para fijar los montos necesarios en el presupuesto nacional que incidan en mejorar el clima de convivencia ciudadana.

De lo contrario –y esperemos que se aprueben dichas partidas económicas– tendremos excelentes planes en materia de seguridad, pero en contraste con la realidad de peligro incontrolable y creciente en las calles y residenciales del país.