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Pensamientos que divagan esta tarde, entre amores, poemas y más

El Día Por El Día
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Porque… “Que mal te sientes, cuando te decepcionas

 de alguien que creías especial y diferente”.

“Vieja madera para arder,

viejo vino para beber,

viejos amigos en quien confiar y

viejos autores para leer”.

F. Bacon.-

En esta tarde, quizás no como una cualquiera, al sol, estoy hastiado, abrumado ante tantos circos de mal gusto pero, tranquilo. Quizás atontado por los ramalazos de recuerdos al saber que es posible que “ella esté con él” y yo de iluso, creyendo en la posibilidad de que esté pensando en mí. Definitivamente, algo no cuadra, algo está incidiendo y produciendo sensaciones encontradas que me trastornan. Es posible, inclusive, que sea la situación que han creado los perversos a nivel nacional, que quizás, solo quizás, me han trastornado hasta el buen pensar.

Hoy, esta tarde, amorfa, ridícula y cualquerizada, me da por recordar a la India Anacaona, no precisamente por ser jefa nativa, sino, por ser trigueña, aunque por igual sería, si fuese morena. Pero estoy con mi callada, tierna y discreta amante, a la que muchos temen y otros le huyen, como el diablo a la cruz.

Mi pensar divaga de aquí para allá y viceversa, en medio de un remolino de pensamientos y sentimientos que se confunden y entremezclan unos con otros, cual enmarañada red, en la cual es difícil visualizar el más pequeño haz de luz que conduzca a una salida.

Sí, así estoy en estos momentos, acompañado, de manera serena, por mi amada y siempre presente Soledad. Pero, solo ella y yo, sin la presencia odiosa de la señora Nostalgia o la inefable Tristeza. Ella y yo, escuchando el agradable sonido del silencio, que fortalece y permite creer en mis propias utopías, y a la vez, aunque parezca incongruente, avergonzarme y sufrir la de otros. Pendejadas todas, unas más que otras pero, pendejadas al fin.

Hacía cierto tiempo que no divagaba entre el querer y la realidad. Hacía tiempo que mi yo finito se negaba abrir los ojos para no ver la tétrica y espeluznante realidad, por encima del entarimado de intereses mezquinos, los mercantilismos y las torpes concupiscencias que a diario nos abruman, pretendiendo carcomer nuestras creencias sobre el moral y buen vivir.

 A pesar de esto, me siento ser como el Araguán, madera fina y fácil de pulir y trabajar pero, a la vez, dura y resistente ante los embates del clima. Por eso, en momentos de debilidades, muy propias del ser humano, he querido hacerme asceta, con relación a los sentimientos, pero, solo ha sido eso, un sentir que rápidamente se desvanece, un total fracaso. Y esto ha sido así, imposible de materializar, porque los genes heredados sobre la amistad, el cariño y la lealtad, me lo han impedido, muy a pesar de tener el concepto, con claridad meridiana, de que la soledad es mala, pero, peor aún, son las malas, desagradables o marchitas compañías.

Aún así y por encima de todo, siempre habrá primavera, aunque las circunstancias asorden los pensamientos y sentimientos, aunque sea duro decir que “Fui pastor y me hacen fiera; fui cordero y me ponen garras”…Quizás, solo quizás y por eso: “Es tan grande el sentimiento que llevo dentro de mi alma/ que no lo dicen las cosas/ ni lo explican las palabras”.

Con todo, en este sórdido atardecer, vamos a brindar por todas las mulatas, morenas y sobre todo, trigueñas. Que “las frías” nos traigan con la brisa a Antonio Machado y poder tener la dicha de escuchar: “Hoy, enjambre que torna a su colmena/ cuando el bando de cuervos enronquece/ en busca de su peña denegrida,/ vuelve mi corazón a su faena/ con néctares del campo que florece/ y el luto de la tarde desabrida”. Sí ombe, por qué no… ¡Sí señor!

Twitter: rafaelpiloto01

 

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