No se equivocaron ni un chin los que bautizaron el béisbol como el pasatiempo naciona… El pasado lunes, por ejemplo, no había un que no tuviera gente al frente viendo ese juego de Licey y Aguilas…

Todos atentos… Y las conversaciones en las esquinas, en los autobuses, en el Metro y en los programas radiales girando en torno a pelota…

La gente está en eso… Todo el tiempo se ha robado señas, pero, y aquí está el bendito pero, levantar toda una estructura tecnológica para jugar con ventaja es corrupción asqueante, es un exceso… No justifiquen ni comparen: Lo de César Valdez fue un «perreo» que está bien, porque le da sabor a la rivalidad y descargó su emoción, pero lo de Alfredo Simón fue una provocación que está mal, porque, además, fue de mal gusto y “en casa ajena”…

La curiosidad me mata por saber qué será lo que hay en la oficina de Vitelio Mejía, qué será lo que les dice, porque a todo el que se porta mal en Lidom, él lo cita “para las 3.00 de la tarde en su oficina” y de ahí salen mansitos, sin importar que sea verdad que el árbitro “cantó” la jugada que provocó su protesta peor que lo que Omega “canta” a Melina…

Y miren que eso es mucho decir, pero salen mansos… Parece que el Día de los difuntos en México no se conmemora en noviembre como aquí, sino en enero y que los de allá “salen”: porque ¡cuantos “muertos” mexicanos lanzando y bateando en el round robin!…

En un país posible nadie se atreve a entrarle a un espacio cerrado 4 mil personas más de su capacidad como ocurrió el lunes en el Quisqueya… Pero parece que para algunos casos, los bomberos, la Defensa Civil y hasta Proconsumidor solo son nombres… ¡Ay, lo dije!