Pauta Numero I
Mantenga la vitalidad mental
Uno de las mayores temores de las personas con quien hablo acerca de la longevidad es el de perder la memoria. A pesar de que no existen medidas preventivas para las demencias, usted puede tomar medidas para resistir el deterioro de su capacidad cognitiva, que es su habilidad con el lenguaje, aprendizaje, y memoria. La función cognitiva afecta la habilidad de una persona para interactuar y disfrutar la vida.
Para evitar el deterioro cognitivo usted debe trabajar para mantener sus funciones mentales vivas y bien, ya que de lo contrario el enlentecimiento que normalmente ocurre con los años lo puede llevar a perder la memoria.
Esto fue demostrado en un estudio que apareció en la revista de la Sociedad Médica Americana donde se le dieron 10 sesiones de entrenamiento en memoria, razonamiento y procesamiento mental a un grupo de personas de más de 65 años y los resultados fueron impresionantes al compararlos con un grupo que no se había entrenado.
El grupo que se le dio entrenamiento, mejoraron sus habilidades cognitivas y el beneficio fue medible y duradero ya que tanto el razonamiento como la memoria y la velocidad del procesamiento mental se mantuvieron durante un seguimiento de 5 años.
Debemos saber que en ausencia de severa enfermedad mental, el desarrollo en el ser humano no se detiene sin importar la edad. Está demostrado que el cerebro continúa regenerando células nerviosas, incluyendo neuronas, no tan rápido como en la niñez, pero el cerebro continúa readaptándose y aun reprogramándose durante toda la vida.
¿Cuál debe ser la estrategia? Ejercite su cerebro.
¿Cómo?
1. Encuentre una actividad que estimule su cerebro.
2. Invierta un mínimo de 20 minutos al día, 5 días a la semana en esa actividad.
3. Monitoree semanalmente su progreso para asegurarse del cumplimiento y reforzar su éxito.
4. Después de un tiempo, cambie a una meta más difícil, una lectura o un crucigrama más complicado.
5. Apague la televisión por una hora cada noche y lea una revista o un libro para absorber, pensar y discutir con otro lector o lectora.
6. Aprenda una palabra por día.
7. Aprenda a tocar un instrumento.
8. Memorice un poema
9. Suscríbase a un periódico o revista.
10. Aprenda a utilizar la computadora.
11. Desarrolle una pasión por algo que quizás siempre quiso hacer y no lo ha hecho.
Finalmente, hágase estas preguntas:
• Cuando una persona la invita a almorzar, una fiesta u otro evento, ¿con qué frecuencia le dice que no?
• ¿Cuándo fue la última vez que usted buscó una palabra en un diccionario?
• ¿Cuánto tiempo hace que no va al cine, teatro u otra actividad pública?
• ¿Cuándo fue la última vez que usted conoció alguna persona y se hizo amigo/a?
Habiendo respondido honestamente estas preguntas, considere otra más:
¿Está usted viviendo su vida plenamente?
Una vida plena envuelve pensar e interactuar tan frecuente y tan vigorosamente como sea posible.
*Por Rosy Pereyra Ariza